Una Argentina rota que poco a poco la libertad económica reparará

Por Carlos G. Cálix.

 

Con un ajuste fiscal y un ajuste cambiario comenzará el reflotamiento estatal de la Argentina. Esto será la primera parte del shock económico que tendrá consecuencias en el corto y mediano plazo. Un indudable plan de reformas que pretende reflotar la maltrecha economía argentina. Un primer plan de reformas, porque luego serán necesarios al menos dos más que deben incluir el de los pasivos remunerados del Banco Central de la República Argentina y el otro, el de las reformas orientadas a la liberalización económica. 

 

En referencia al plan de ajuste fiscal, Javier Milei prometió un ajuste equivalente a 5 puntos del PIB, concentrándose especialmente en el gasto público. Y al tenor del plan presentado por el ministro de economía Luis Caputo, ¿podrá Milei cumplir sus promesas? Las apuestas dirían que tiene un alto porcentaje de probabilidades de cumplirlas. 

 

Lo anterior dado que, 3 de esos 5 puntos del ajuste fiscal proceden de una reducción del gasto y 2 de un incremento de los impuestos. Una subida de impuestos muy peculiar que tendrá que ver con el régimen cambiario. Además de un recorte de los subsidios que el Estado dará a aquellos que compren dólares según el tipo de cambio oficial. 

 

En referencia a la primera medida orientada a no renovar los contratos laborales del Estado que tengan menos de un año en vigor, me parece muy buena. Ahora bien, para mitigar el impacto y no dejar ir al capital humano competente, debe tercerizar la contratación de una empresa especializada en analizar los perfiles que un futuro tendrán que sustituir a los incompetentes. Una medida que toma en cuenta el incremento de los costos transaccionales que generan las transiciones presidenciales.

 

En otro sentido y retornando al primer shock argentino en la era Milei, respecto a suspender la pauta oficial del Gobierno por un año, me parece que es una medida adecuada, pero no significativa. Caputo dijo que se gastaron 34,000 millones de pesos en pauta. Sin embargo, al tener en cuenta el tipo de cambio real que es de aproximadamente 1,000 pesos por dólar, estamos hablando entonces de un ahorro de 34 millones de dólares. Por tanto, su contribución a reducir el déficit público en Argentina, técnicamente será nula. 

 

Al reducir los ministerios de 18 a 9 y las secretarías de 106 a 54, implicará, según Caputo, una disminución del 50% de los cargos jerárquicos y del 34% de los cargos políticos totales del Estado. Algo que, desde un punto de vista presupuestario no tendrá tanta relevancia, pero si un valor significativo para los principios de una sociedad libre, que abogan por un Estado limitado. Lo positivo de esto es que veremos procesos de e-government muy similares a lo implantados en Estonia. 

¿Qué es lo más relevante de este primer ajuste fiscal que sí tendrá impacto en el ahorro? Sin duda, suspender las licitaciones nuevas por parte del Estado de la obra pública y la cancelación de obras públicas licitadas, pero no iniciadas. Con esta medida se estima que el gobierno pasará de 1.8% del PIB al 0.07%, es decir un ajuste del gasto de 1.1% del PIB. 

 

El otro impacto significativo será provocado por la reducción al mínimo las transferencias discrecionales a las provincias. El gabinete de Milei estima que esta reducción será desde el 0.08% del PIB al 0.05% del PIB es decir tres décimas del PIB. Y, por último, la reducción de los subsidios a la energía y al transporte. En Argentina, la estimación del ahorro por subsidios a la energía será de aproximadamente 1.3% del PIB. Estas tres medidas representarán un ajuste del gasto del 2.7% del PIB. 

 

Luego del ajuste oficial y nominal al gasto público, hay que analizar las subidas de impuestos. Concretamente un incremento del impuesto país del 7.5% al 17% y una subida de las retenciones a las exportaciones al 15%. Es decir que a todos los exportadores se les retendrá el 15% de sus ingresos en dólares. Lo que se vuelve a un incumpliendo de la campaña. Aunque esto tiene que ver con el ajuste cambiario que ha pasado de 400 pesos a 800 pesos.

 

En general se augura un presente con incertidumbre y desazón que se transformará en un futuro favorable, dado que la libertad económica se correlaciona fuertemente con un mayor ingreso promedio por persona, mayores ingresos del 10% más pobre, mayor esperanza de vida, mayor alfabetización, menor mortalidad infantil, mayor acceso a fuentes de agua y menos corrupción. Después del shock, es la libertad económica la que reparará poco a poco a la Argentina y, la veremos otra vez ser una potencia mundial como hace 100 años la vieron nuestros abuelos. 

 

direccion@macrodato.com Carlos G. Cálix es doctor en ciencias y director general de MacroDato.

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