Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo
Ayer, hoy y siempre el campo siempre estuvo conectado, más allá de las distancias, de las dificultades, del gran impedimento que a veces nos aleja de toda tecnología y que tarde o temprano se va infiltrando en nuestras vidas.
Allá lejos y hace tiempo la posibilidad de vivir rodeados de vecinos era siempre un motivo de encuentro, desde la recorrida de alambres, el saludo en algún camino, las viejas radios que unían casas, puestos, chatas, eran siempre un artículo de lujo, para esos partes más propios de un ejercicio de combate, con el “cambio y fuera de saludo”. También como en la actualidad pero ya más propia de lugares del sur y alejados, la otra radio, la actual, sigue siendo el vínculo de mensajes, encargues, mandados y otros que mediante la posibilidad de la distancia que permite una “AM”, sigue vigente en muchos programas que cuentan como se mandan mensajes en tiempos actuales.
El tiempo fue pasando y algunos incorporaron otras tecnologías, campos donde tal vez llega un teléfono fijo, o esos por antena, donde también es posible a veces conectarse y el poco a poco, desde un simple celular donde aún la señal es dificultosa, más aún en campos con lomadas y distanciados de las antenas citadinas, la llegada de internet satelital ha permitido que tal vez no sea posible hablar telefónicamente, pero si através de una herramienta cada vez más valiosa, como la de un simple wasap. Cómo? Si repito, una herramienta muy valiosa, para quienes saben usarla.
Así hoy los grupos permiten saber cuánto llovió en cualquier punto del país, con corresponsales como propios protagonistas, con videos que te muestran el rinde en vivo de una cosechadora, con las vacas nadando en la inundación, con los cerdos en China sacrificándose, con una escucha de la corrupta ex presidente riéndose del idiota de Parrili, o el analista entrevistado y cientos de cuestiones que convierten a las vías de comunicación en algo realmente útil. Y me olvidaba, completamente gratuitas.
Por eso en estos días donde se habla de la desaparición de muchos medios gráficos, del cierre de algún diario o el despido de decenas de empleados, en realidad, no se habla de una crisis, se habla para el que quiera entenderlo, de un cambio rotundo de la manera de ver, sentir y vivir las noticias y lo que sucede. Pero de otra manera, de una forma que si no la entendemos, puede distanciarnos, discutiendo a veces de política, de fútbol o no comprendiendo la dinámica de muchos debates que vía mensaje de texto, pueden terminar muy mal y allí, está la sabiduría, la paciencia y el comprender cómo se manejan este tipo de intercambios.
La comunicación es clave, siempre lo fue, pero hoy nos permite saltar barreras antes impensadas, estar al alcance de la tecnología de punta, pero por sobre todas las cosas, volver a refrescar las relaciones humanas, esas que en el campo siempre existieron para la gente que haciendo lo mismo, compartiendo las mismas pasiones y buscando los mismos sueños, encuentran en el día de hoy, un motivo para seguir comunicándose.
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