ACA en una Argentina que busca cambiar su paradigma

Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo

La idea de cambiar el paradigma de nuestro país no es de ahora y es posible porque se ha hecho.

 

Señala un pensador que “el país puede ser cambiado desde el hombre conservándolo, respetándolo, y acrecentándolo en su persona, en su yo protagónico. No para convertirlo en un ser individualista, sino en una parábola abierta y libre que se realiza junto con los otros, preservando y acrecentando su propio valer y el de los demás; porque para ejercer en plenitud la cualidad de persona se necesita estar rodeado de personas”.

 

También precisa: “La generación que en la segunda parte del siglo XIX sentó las bases democráticas y el nuevo paradigma que dejó atrás una etapa de luchas fratricidas, cambió al país desde esa perspectiva, es decir, haciendo que una sociedad con fe y afán de progreso, expresada en un ámbito libre y amparada cual paraguas protector por la Constitución Nacional, acrecentara su protagonismo colectivo y republicano”.

 

Argumenta que tal cual lo enseñaba el filósofo existencialista Martin Buber, la clave no está en el “tú” ni en el “yo”, sino en el “entre”. Entre todos podemos cambiar el país. Pero los protagonistas del cambio tenemos que empezar por pertenecernos a nosotros mismos: ser dueños de nuestras propias vidas. Y ello no es más ni menos que emanciparnos con coraje de los variados clientelismos que nos apresan.

 

La rica historia del cooperativismo agropecuario nos hace abrevar en esta realidad que se marca y nos pone en un plano de ejemplo acerca de cómo cambiar paradigmas trabajando la pertenencia, la participación y el compromiso.

 

Precisamente ayer, la Asociación de Cooperativas Argentinas celebró 97 años de trayectoria, nacida de diez Cooperativas fundadoras y que, por aferrarse al diálogo y trabajar el consenso, supo cambiar el paradigma de la protesta por el de la propuesta y transportarse a través de los procesos de transformaciones sociales y económicos del país, sin ataduras a falsos ideologismos y hombres providenciales.

 

Cuando uno abreva en la historia de ACA se encuentra con que su accionar traspasó la realidad de los años ’20; la concentración conservadora de los años ’30; el populismo posterior al ’45; las oscilaciones entre el estatismo y el neoliberalismo que vinieron después. De todas esas experiencias salió fortalecida y engrandecida.

 

La parábola institucional de ACA es una prueba de lo que se puede lograr cuando sus hombres y mujeres del campo y las Cooperativas están unidos por valores, principios, convicciones e intereses comunes, lo que hace posible que lo modesto haya mudado a una entidad apta para llevar soluciones innovadoras en todos los órdenes, manteniendo el compromiso con la sustentabilidad y generando valor para el desarrollo del campo argentino.

 

En esa cultura de multiplicación de la palabra, la búsqueda constante de la calidad y del valor agregado, hoy hace que ACA sea una empresa valorada por propios y extraños, en un país que intenta salir de sus propias ataduras para construir un nuevo paradigma a futuro.

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