Los viejos vinagres

Por Carlos Bodanza -  Mañanas de Campo

“Estoy rodeado de viejos vinagres” decía un tal Lucca Prodan refiriéndose a su paso por los bares de Buenos Aires, donde justamente quien venía del viejo mundo, encontraba en esos mismos boliches, gente laburante que lejos de amargarse, encontraba en los tragos y una salida, motivos para grandes alegrías.

 

Un viejo mundo que hace pocos días, recordaba que mandó para estos pagos, unos gallegos en “carabelas” en busca de oro y en realidad, en el afán de encontrar nuevas fuentes de alimento para un continente que crecía por demás y en tiempos actuales, comienza a carecer de varios productos a la hora de abastecerse.

 

Aquellos muchachos entendieron rápidamente que los principales tesoros de esta América, estaban por verse, en realidad, por producirse. Sin ir más lejos, los grandes saqueadores del planeta, mandaron cuanto barco pudieron para ver si lograban colonizar estas tierras por las buenas o por las malas. Y como por las malas no pudieron, le buscaron la vuelta y con los ferrocarriles como disfraz, lograron su cometido, de hecho al día de hoy, las pocas vías férreas que aún conectan puertos, son parte del entramado que en aquel entonces, armaron para poder llevarse parte de las principales riquezas producidas.

 

Lo increíble de toda esta historia, es que 526 años después, parece que muchos aún no entienden cuáles y donde están nuestras mayores riquezas. Hasta hace tres-cuatro años, en la década desperdiciada, era muy común escuchar las voces de quienes en un discurso hecho en blanco y negro, se repetía una y otra vez sobre la importancia del agregado de valor, de la industrialización, etc, etc, etc. Como esto no es suficiente, tuvimos que llegar hasta estos días, donde ciertos dirigentes “camaleónicos” se reconvierten y vuelven a sus propios orígenes, despachándose con la poco feliz y célebre frase, “Argentina necesita con urgencia terminar con quienes saquean al país vendiendo productos primarios en lugar de generar empleo produciendo y exportando trabajo argentino”.

 

Indudablemente para ciertos políticos, como hablar es gratis, hablan. No importa que digan, a quién lo dirigen y cuál es el efecto, porque en sus limitaciones, queriendo corregirse, despertó aún más polémica, metiéndose con otro gran sector productivo, como lo es la minería.

 

Sea campo, sea minería, sea forestación, sea lo que fuere, países como nosotros, subdesarrollados, pobres pero con potencial de riquezas, con baja inversión de las grandes economías, etc, fuimos, somos y seremos exportadores de productos primarios y debemos hacerlo con muchísimo orgullo. Por qué? Sencillamente porque tenemos con qué y porque somos muy buenos haciéndolo.

 

Atrás quedarán los que viven hablando del valor agregado y parecen no saber que para que cualquier producto salga de la tierra, necesita un enorme valor agregado en toda su cadena productiva. Por eso, ojalá en algún momento, se ponga un buen impuesto, al hablar por hablar, porque justamente por aquí, lo que realmente se puede aseverar, es “habla nomás, que total no cuesta nada”.

Escribir comentario

Comentarios: 0