En Puan está la solución al aumento del dólar

Lucas Negro, el reconocido atleta puanense que deja bien en alto el nombre del distrito en cada presentación, podría asesorar al Gobierno Nacional sobre cómo superar obstáculos. 

Lucas no es consultor político y mucho menos economista, pero sabe de sobra como saltar las vallas que se distribuyen a lo largo de los 3000 metros que dura la prueba atlética que lo supo tener como bicampeón provincial en la especialidad. 

 

Los altibajos que trae consigo el Gobierno son una acumulación de factores que se deben retrotraer a diciembre pasado con la reforma previsional, que tantos conflictos generó. Con un una caja cada vez más escueta, la conducción del organismo se enfrenta a un problema que no tiene salida. Cada vez se jubilan más personas, viven más tiempo y hay muchos que se suman sin registrar aportes. El panorama es sombrío cuando a esto se le debe sumar un componente que supera aún a los anteriores: el humor social. 

 

Ese estado de ánimo de la población es particularmente cambiante, como lo fue el dólar esta semana. El cambio de mes fue el comienzo de la corrida que comenzó cerca de los 21 pesos para tocar los 23 y terminar descendiendo a los 22,28 después de que el Banco Central aumentara la tasa de interés y el equipo económico del Gobierno ofreciera una confusa rueda de prensa para intentar aclarar que todo está bajo control. Es extraño este comentario, porque si todo está dominado no deberían suceder estos picos que alteran a la sociedad. El incremento de la moneda verde es el principal formador de precios, luego de su actualización vendrán los combustibles, alimentos y un largo etcétera. Todos dicen tener la solución para la principal preocupación de los argentinos, pero tanto de la oposición como el oficialismo se culpan para evitar ser los causantes de esta situación. 

 

No hay partido político que no tenga implicancia en este estado tan particular en que se encuentra la economía. Ya sea desde la toma de decisiones erróneas, la herencia recibida, los tirabombas ocasionales, los mesías que solucionan todo en un segundo, los olvidados por mala praxis pero que aún tienen el título y los tocadores de oído profesionales. Todos ellos componen nuestra clase dirigencial, incapaz de sostener con hechos lo pactado. Cobardes ideológicos que se escudan en la gente para esconder su ignorancia, abusando de la confianza de quienes creyeron en ellos. Y este año tan particular será propicio para ver este tipo de acciones. Después del Mundial, comienzan las reuniones pres electorales para definir candidatos y allí saldrán los cuervos a sacarse los ojos. 

 

Como dijéramos en la introducción, la solución está en Puan. Tesón, capacidad, amor por lo que se hace, la búsqueda incesante de la mejora continua y la humildad son algunas de las principales virtudes que demuestra Lucas Negro al momento de competir. Lamentablemente no es economista, sino sería un buen asesor para la toma de decisiones. Al menos por ahora lo tendremos entre nosotros. ¡Hasta la semana que viene!. 

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