Del “vamos por todo” al “sí se puede”, pero en el medio está la gente

La política actual se parece más a la pelea de dos grupos que quieren controlar un lugar

al verdadero propósito que entraña en su más profundo interior: trabajar para los demás. 

Lejos de mostrar empatía, ofrecer propuestas innovadoras para crear soluciones durarederas o mucho más utópico lograr acuerdos fidedignos y sinceros, que sienten las bases para una política de Estado a mediano plazo, la última sesión del Congreso se asemejó a la disputa territorial de bandas que intentan quedarse con un lugar y para ello utilizan todas las chicanas posibles. 

 

El oficialismo critica al kirchnerismo la herencia recibida, pero es cierto también que no encuentra las herramientas para dinamizar la economía y deberá continuar recibiendo financiamiento externo. A esa situación se llega gracias a que el empresariado local no cumplió con su compromiso de apoyar al Gobierno con inversiones. Los fondos destinados para tal fin escasean y es muy probables que estén depositados en las Lebacs, títulos públicos cuyo interés resulta muy atractivo para atraer capitales. Para coronar el negocio redondo, dos puntos fundamentales: no hay que discutir con sindicatos y los vaivenes de una economía fluctuante no la afectan. 

 

Desde la oposición condenan al macrismo de gobernar para los más poderosos y de privilegiar a los más cercanos con importantes negociados, al tiempo que aducen que olvida a la clase trabajadora y a los menos pudientes, castigándolos con incrementos tarifarios en los servicios públicos. Desde la bancada kirchnerista los acusan además de perseguirlos políticamente y de desmenuzar las conquistas sociales que se lograron durante la gestión de Cristina Fernández. 

 

Las dos posiciones tienen un solo punto de contacto, que tal vez no debería ser tan importante pero tratándose de Argentina es prioritario. Las elecciones ejecutivas del año que viene ya comienzan a presentarse en el horizonte y si al menos por un tiempo se perderán de vista gracias al Mundial, la realidad es que todos quieren posicionarse en los principales lugares. Aquí no hay un bando u otro, los dos quieren la oportunidad de dirigir a un gran país, que gracias a la toma de pésimas decisiones durante décadas se encuentra en el fondo de la consideración internacional. 

 

Para la Nación, la oportunidad de crecimiento siempre se encuentra latente, como un puntal que amenaza atravesar el cenit para perderse en el infinito. La posibilidad de crecer siempre está a un paso, pero nadie logra dar dos seguidos.   

 

Mientras tanto, el distrito se prepara para recibir a la feria itinerante “Estación Ciencia”, que estará en Darregueira durante dos días, realizando distintas actividades especialmente diseñadas para los más chicos y la familia. Será una buena alternativa para poder apreciar un conglomerado de propuestas que, según expresan desde la cartera que dirige a la muestra, se puede aprender jugando.

 

No debemos caer en el pesimismo de encontrar que todo está a punto de perderse, pero de lo malo hay que extraer la enseñanza que facilite la corrección delos errores, propiciando que los yerros cada vez sean menos. No se debe estar de un sector u otro, porque en el centro se encuentran la vida de millones que no son escuchados. El país solo necesita un valor que es el que más costará obtener, pero que si lo consigue será indetenible: la confianza. ¡Hasta la semana que viene!. 

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