El caso del río de San Luis que apareció de la noche a la mañana

El río Nuevo irrumpió en San Luis en 1985, con la inundación de campos en Juan Jorba. En 2005

causó destrozos y cortó dos rutas nacionales -la 8 y la de la autopista de las Serranías Puntanas-,

lo que afectó 220 mil hectáreas de campo, barrió con el ganado y la agricultura de la zona.

Tal fue -y sigue siendo- su impacto en la cuenca del Morro, a 110 kilómetros de la capital de San Luis y a 49 de la ciudad de Villa Mercedes, que el diario británico The Guardian publicó un informe especial.

“La aparición repentina de una red de nuevos ríos en la provincia de San Luis, en el centro de Argentina, ha desconcertado a los científicos, preocupados por la ecología y los descorazonados agricultores. También ha planteado preguntas urgentes sobre el costo ambiental de la dependencia de Argentina de la soja, su principal cultivo de exportación”, amplía el artículo.

 

El paisaje que nunca había tenido cursos de agua hoy presenta cerca de 50 kilómetros de recorrido, 50 metros de ancho y 25 de profundidad de zanjón, que se abrió solamente en un par de décadas, fruto de la deforestación.

 

El investigador del Conicet, Esteban Jobbagy, dialogó con The Guardian y explicó el crecimiento de este fenómeno. “Se dio por tres factores”, dijo. “Número uno, hemos estado pasando por años lluviosos en el pasado reciente, el clima ha estado cambiando. Luego, la naturaleza de los suelos que tenemos aquí, que son bastante inestables. Y tercero, el hecho de que esta cuenca hidrográfica está albergando mucha agricultura por primera vez“.

 

La zona estaba cubierta originalmente por los bosques de caldén y por pastizales, pero actualmente la mayor parte de la cuenca está bajo agricultura continua, que incluye maíz y soja. Como parte de sus efectos negativos, el Río Nuevo está aportando hoy agua salada al río V, donde desemboca y en el que se diluye.

 

Fuente: Diario Textual

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