Cuando se agota el plan ¿B?

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

En todos lados existe un solo tema: no llueve. Ayer nomás era una leve preocupación, el tiempo fue marcando realidades y la extensión ya no se limita a Sudoeste, sudeste o algún sitio en particular. Prácticamente nadie, escapa a lo que han sido no menos de 3 meses, directamente infernales

 

Expoagro sin dudas representa la segunda muestra más imponente a campo abierto que tiene el campo Argentino. Lejos aún del liderazgo de Agroactiva, la recorrida por los stands comerciales y cualquier intención de negocio, va de la mano de la charla previa de cómo estaba la zona, de cuánto fue la lluvia y cuáles serían las perdidas. Lo cierto, es que a más de dos años del nuevo gobierno, prácticamente pasaron desapercibidos los que podrían haber sido los anuncios más importantes, del actual gobierno frente al campo. Tras mucha agua bajo el puente, tras la quita de las retenciones, el actual gobierno no dio una sola mano a la dinámica productiva. Quizás, muchos en lo bajo a esta altura, están convencidos que más allá de las limitaciones, de los ajustes, del tipo de cambio, etc, peor que con esta economía, no se puede estar.

 

Por eso intentar comenzar un acercamiento de la mano de la quita de burocracia, sin dudas podría ser un buen comienzo. Pero realmente, a esta altura y con la sequía casi sin retorno, el listado de pedidos podría ser prácticamente, infinito. También alguien podrá tildarlo de pretensioso, pero a esta altura de las circunstancias, queda más que claro que si el país debe sostenerse de la timba financiera y del buen pasar de los grandes empresarios, los resultados están saliendo a la vista.

 

Quizás llegó el momento de apuntar a lo productivo, algo que por ahora, simplemente, se ha desterrado. Basta con ver que jamás el tipo de cambio fluctuó en base a las exportaciones, o que en materia de inversiones, se priorizan las bancarias, ni que hablar si le sumamos cuestiones impositivas a un sector financiero, que sigue excento de cualquier tributo. El gas oil, principal insumo del agro, no solo es más caro sino que cada vez, puede imputarse menos en la empresa agropecuaria. Las cargas tributarias y las exigencias de los gremios rurales, son una clara invitación al desempleo. Dicho hasta el cansancio, el traslado de cereales administrativamente hablando, es simplemente vergonzoso, no cabe un solo formulario más a la hora de las inscripciones sumado a todas las coimas encubiertas, que nadie en ninguna playa, está dispuesto a desterrar. El precio de la carne, continúa subsidiando a los más pudientes y erosionando un mercado interno que a final de cuentas- algún día quizás – terminará explotando para que otra vez las placas rojas de Crónica TV, anuncien el aumento de la carne y quien sabe sino, volveremos a las viejas intervenciones.

 

Nada por aquí, nada por allá. Cambiemos por ahora solo tiene un cambio de formas, pero nada, absolutamente nada parece cambiar ni el presente ni el futuro. Créditos con tasas imposibles de soportar, bancos con dinero no disponible para quienes hagan girar la rueda que hace falta. Sin dudas, no es lo mismo que la era K: no hay Roes, no hay retenciones – salvo soja -, no hay cupos, ni hay agravios. Pero el resto, tampoco hay absolutamente nada.

 

No llueve, dice el pronóstico. El plan “a” pasó hace rato, el “b”, está en las puertas de agotarse. El “c”, no estaba en los manuales. Sin clima y sin políticas, la rentabilidad queda en manos de los muy eficientes y generalmente con mucha espaldas anchas, el resto...ojalá que llueva.

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