El fuego se originó el sábado por la tarde y tuvo un rebrote el domingo.
Trabajaron dotaciones de varios cuarteles para sofocarlo.
El siniestro se inició el sábado luego del mediodía y habría sido producido por el paso de un convoy ferroviario, en el sector de la estación Piedra Echada y desde allí comenzó a introducirse en los campos aledaños, propiciado por la escasa humedad en los cultivos, los rastrojos secos y las altas temperaturas, favoreciendo una combustión casi instantánea.
Los Bomberos Voluntarios de Felipe Solá intentaron extinguirlo rápidamente, pero ante la magnitud de las llamas debieron solicitar ayuda a sus pares de los cuarteles vecinos. Es así que llegaron hasta el lugar servidores públicos de 17 de Agosto, Villa Iris, Chasicó, Goyena, Saavedra y el Jefe de Bomberos de Tornquist, haciendo el apoyo y brindando información constante desde el avión del Plan Nacional del Manejo del Fuego, que tiene asiento en esa localidad.
Con el correr de las horas, el fuego continuaba su paso hacia López Lecube. Desde los establecimientos rurales, los propietarios apoyaban la tarea de los bomberos retirando el ganado que se encontraba en las inmediaciones y prestando la ayuda que estuviera a su alcance. Las pérdidas en alambrados fueron totales en los lugares donde quemó, varias colmenas corrieron con igual suerte y algunos animales sufrieron heridas de consideración. Al cierre de esta crónica no se registraba ningún caso de mortandad de ganado.
La voracidad de las llamaradas casi acaba con dos viviendas ubicadas en los establecimientos afectados, pero solo produjo daños en los cercos perimetrales. Asimismo, las líneas eléctricas sufrieron el alcance de los fogonazos y varios palmeras junto a centenares de metros de cable finalizaron en el suelo.
Sin embargo, una fuente que pidió ser no identificada y que resultó damnificada por el siniestro, indicó que una formación de la empresa Ferro Expreso Pampeano que se encontraría haciendo maniobras en la zona de Piedra Echada, no habría permitido el paso de los bomberos, impidiendo que estos se acercaran velozmente al foco ígneo para su control.
La jornada del sábado culminó pasadas las 23 horas, pero el fuego recobró vida el domingo después de las 14, en el mismo sector, por lo cual los servidores debieron regresar para culminar su tarea pasadas las 21.
Según cálculos preliminares se estiman en unas 1500 hectáreas las afectadas, aunque este número podría incrementarse cuando sean presentados los informes oficiales.
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