El jueves se desarrolló el tercer remate de reproductores en conjunto de las cooperativas de la zona, con buena temperatura desde lo climático, porque en los corrales no se vio reflejado.
Con una oferta que resultaba interesante desde el stock presentado y con ambiente más que propicio en la previa, se llevó a cabo el tercer remate de reproductores de cooperativas de la zona en instalaciones de La Alianza Cooperativa en Pigüé, dejando un sabor agridulce en el resultado final, porque el martillo Adolfo Concetti debió batallar para concretar las ventas y en varios momentos, conocedor que cantidad de compradores había, decidió dejar corrales sin vender, hasta se dio el gusto de obsequiarle una broma a un cabañero (Bousquet de Puan) por haber sido el único que pudo comercializar todos los reproductores que había llevado hasta La Alianza.
Si bien los precios no desentonan para nada con lo que se viene pagando en los Puro Controlados en varios lugares de la zona (alrededor de 40.000 pesos) se destacó también, producto de la firmeza del martillo, quien decidió no vender por debajo de esa cifra. Solo en un par de toros Angus se pudo superar ese importe, al aparecer la puja entre un par de compradores. En las hembras continuó la tónica de los machos.
El sabor agridulce del que hablábamos tiene que ver con dos aspectos, uno acaso el dulce, es el esfuerzo de cabañeros e instituciones cooperativistas por recuperar un lugar donde los remates de reproductores se habían perdido y felizmente por tercer año consecutivo se logra realizar, el otro, que habiendo muchos interesados, buen plazo y conociendo la mercadería y su procedencia, no se tradujera en un mejor resultado desde lo económico. Quizás en este último punto, en septiembre del año 2018, exista revancha.
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