Arrastrando vicios, con otra foto en el marco

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

El contraste absolutamente nos muestra otra cara, la llegada del G20 puede tener mil lecturas, pero el balance no puede verse de otra manera que no sea el de una gran oportunidad. Hace apenas una semana avergonzábamos al mundo con lo visto en pleno corazón de Nuñez, asqueados de barbarie, humillados por nuestras incapacidades, desanimados por nuestras propias limitaciones. Sin embargo, encontrar aquí reunidos en una clara señal de apoyo al país –ya no solo al gobierno- a los principales mandatarios del mundo, nos lleva a pensar que todavía podemos ser “algo” en este enorme planeta al cual pertenecemos.

 

Curioso o no –lógicamente con la maldad y el realismo necesario- alguien contrastó las fotos de Cristina recibiendo a Maduro, visitando a Castro o con Moreno llevando cosechadoras truchas hacia Angola. Vaya contraste, dos países bien diferentes, uno mostrando justamente esta semana, el retorno al principal país exportador de carnes del mundo, con todas sus exigencias, con sus matices, pero que deja un mensaje que nos posiciona hacia el resto del mundo consumidor, aprobando el examen más exigente en materia de protocolos, sanitarios y por qué no, paraarancelarios. Otra vez en la contracara, gracias a un acuerdo que jamás se pagó, Venezuela hundió un poco más la hundida empresa Sancor otra vez de la mano de un país representado por gobernantes sin visión y cegados de ideología.

 

Y así podemos sumar innumerables cuestiones, cambiar un barco que costaba fortunas importando gas, por otro barco, que dejará buenos dividendos, exportándolo, vaya si ese es un verdadero contraste. Una semana donde además, se cumplió el más ansiado de los sueños de todo productor ganadero: se acabaron los viajes hasta Senasa, de Senasa al rapipago, del rapipago a la muncipalidad, de ahí la cola en la ventanilla y con suerte y si todo estaba como Dios manda, apenas en una mañana entera, concretabas una guía. La llegada del DUT y sumado al DTV, logrará que en pocos minutos, sentado en cualquier computadora –si es que internet y los sistemas nos ayudan- reducir pérdidas de tiempo y simplificar un trabajo que es simple, pero que hemos burocratizado por años.

 

Una yapa fuera del campo? Bienvenidos señores jueces, bienvenida la justicia a contribuir con lo que todos tenemos que contribuir: gracias por compartir los impuestos como cualquier bien nacido en estas tierras, dejando años y años de privilegios absurdos, bienvenidos a pagar ganancias, porque si hay algo justo que tiene la justicia, es enriquecerse gracias a todos nosotros. Ojalá a partir de ahora, la justicia tenga una vida más real, menos aislada de un mundo, que por ahora desconocen, para todos ustedes, se empezó a romper la burbuja.

 

Son todas buenas? No, lamentablemente no, hay más de las malas, pero es absolutamente necesario contrastar las fotos, para no olvidarse, para no caer en los facilismos de que es todo lo mismo. Tal vez sí, tal vez el resultado termine siendo muchas veces, una simple cuestión económica, pero las formas han cambiado, las intenciones han cambiado, lo que no cambia, es el aparato, es la enorme mochila que llevamos quienes trabajamos fuera del estado, en forma privada y contribuyendo para un gasto infinito, cuyo mayor peso está en el sector político, en el judicial y el cual todos ellos, se creen con enormes derechos a la hora de pedir, exigir y reclamar, lo que tal vez les corresponda, pero que deben entender, que alguien lo banca y ese alguien, es el que se quedó afuera de todo el amparo estatal que labura bajo su propio riesgo y es el que genera genuinamente los recursos.

 

Por todo esto, me quedo con la foto de hoy, para el contraste, seguirán estando los que creen que la fiesta, es para unos pocos. Al menos como consuelo podemos decir, que a partir de ahora, las desgracias sean para todos.

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