El tiempo dirá si el título tiene razón o no, pero la política argentina ¿estará a la altura de torcer el fracasado rumbo de decenas de años?
Mal que nos pese, la cíclica economía nacional no conoce las rosas, aunque su camino está plagado de espinas. Lejos del rosedal, los senderos que la dirigen se pierden entre egos personales, batallas perdidas, promesas incumplidas, la promesa de la re re re re re vuelta de los principios de Perón, las impericias de las administraciones que pasaron por el poder y se podría continuar enumerando las contras que nos llevaron a estar en un tensa situación social fomentada por los desmanejos.
Todos tienen responsabilidades y ahora que está en marcha el ajuste, aunque al Gobierno no le guste denominarlo de esa manera es la realidad, nadie se hace cargo. Que fueron los de antes, que se hipoteca el país, porque se demoró en pedir más dinero, quien pagará los empréstitos tomados en el exterior, son solo algunos de los comentarios que circulan y que aún no tienen respuesta.
Sin mucho más aval que la confianza de los mercados internacionales y con varios frentes abiertos en la sociedad, Mauricio Macri se apresta a tener que cumplir tal vez la más dura promesa de su campaña. El orden de la Nación en todos sus aspectos será lo más complicado que le quede de aquí al final de su mandato. Los pedidos del Fondo Monetario fueron condicionantes para obtener el buscado crédito y los 50 mil millones de dólares son una señal que afuera le tiene más confianza que adentro.
Y como decíamos, a esta dura situación se llega solo con errados intentos de gobernar un país que no conoce de buenas etapas. Intentando emular los primeros años del siglo pasado, el marco mundial es muy distinto al que era por aquel entonces. Argentina debe terminar debe volver a los primeros planos de la agenda económica mundial pero no por sus crisis, sino por su buen accionar y sobretodo confiabilidad. El mundo de mueve de acuerdo a los negocios que se presentan y a la certeza de que se recuperan las inversiones, pero en nuestro país hasta hace poco eso no era posible, entonces ¿alguien comenzaría una actividad en un lugar donde los sindicatos piden por más que no tengan razón, los empleados hacen juicio ante despidos justificados, no poder enviar dividendos a sus casas matrices?. Algunos interrogantes comenzarán a ver la luz en los próximos meses cuando se envíen al Congreso distintos proyectos que revolucionarán a la sociedad.
Las dudas confirman que no es buena la actualidad y la perspectiva de lo que vendrá, aunque es menester decir que desde la oposición ninguno trabaja aportando ideas para realmente sacar adelante a la Argentina. Todos buscan quedarse con los laureles y hasta algunos que estuvieron con el kirchnerismo, misteriosamente perdieron la memoria y ahora piden lo que no hicieron antes. Triste panorama el que se presenta para el futuro.
En ese aspecto, la legalidad del aborto comienza su etapa definitoria con lo que promete ser una sesión maratónica en Diputados. Allí se aprobará o rechazará el envío a Senadores para la creación de una nueva ley sanitaria para las mujeres. Ambas partes tienen interlocutores muy fuertes y es esperable que esta nueva legislación abra otro tipo de grieta.
Sin embargo, en nuestro distrito se vivió una jornada de felicidad con el festejo que organizó el Municipio de Puan, donde se agasajó a la prensa por el Día del Periodista. El intendente Facundo Castelli reivindicó la tarea de llevar a cada uno de los hogares las noticias que se generan en los distintos ámbitos y exhortó a los comunicadores a continuar por la senda de la verdad, informando con credibilidad el acontecer diario. Desde Medios de Sudoeste apoyamos tales palabras que son el elixir de la vida profesional de cada uno de nosotros. Nuestra intención es comunicar con veracidad y exactitud. A todos nuestros lectores y radioescuchas les agradecemos por elegirnos diariamente y les agradecemos infinitamente la enorme cantidad de muestras de cariño enviadas. ¡Hasta la semana que viene!.
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