Mayo, mes emblemático

Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo

En 24 horas entramos en Mayo, el mes de la Patria y de la siembra. Ambas conjugan la esperanza del presente y del futuro, a la vez que representan un legado, una herencia.

 

El venidero 25 de Mayo se conmemora el punto de partida de la idea de patria en las entonces tierras del Virreinato del Río de la Plata y la esperanza de aspirar a ser una nación, es decir, un proyecto de vida común que posee una herencia y que se proyecta al porvenir.

 

Somos argentinos por todo lo que hicimos en ese pasado, por lo que compartimos en el presente y las obras que entre todos haremos en el porvenir. En Mayo encerramos la idea de patria, soberanía del pueblo y de libertad. A partir de esta base conceptual debemos construir un país moderno, dueño de su propio destino, libre y solidario.

 

A la Argentina no la han venido construyendo los desesperanzados. Las cosechas de cereales y oleaginosas, los rodeos de ganado, todo lo que hemos logrado, son frutos del trabajo.

 

Fuimos el primer pueblo de Sudamérica que se adelantó a su tiempo consagrando la educación elemental gratuita y obligatoria que argentinizó al aluvión inmigratorio de fines del siglo XIX y principios del siglo XX.

 

Asimismo, decíamos al inicio que Mayo es el mes de la siembra, de la colocación de la semilla de trigo en el surco, con la esperanza de la multiplicación de los frutos y su transformación en harina y pan, sustento milenario de los pueblos.

 

La siembra nos brinda pertenencia a la tierra y, por ende, a la Patria, al lugar donde nuestros antepasados dejaron su sudor, para ganarse y hacer ganar a muchos compatriotas el pan.

 

Como buenos sembradores nos mantenemos alertas, velando por los avisos de la naturaleza, para que no haya dificultades ni sorpresas que impidan la continuidad del cultivo. Lo mismo nos pasa como ciudadanos comprometidos con nuestro país, atentos a brindar lo mejor de nosotros para construir una nación pacífica, progresista y civilizada, que nos pertenezca a todos.

 

En Mayo celebramos el nacimiento de nuestra Patria y de nuestros cultivos, ambos bendecidos y fortalecidos por la esperanza, estado de ánimo que nos mueve y nos marca una dirección. 

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