Cerca ¿Durazno? siempre estuvo cerca

Por Carlos Bodanza - Mañana de Campo

Las imágenes parecen traídas de un video recordatorio: banderas flameando al costado de una ruta con espíritu patriota, reclamos por los números que no alcanzan, cansancio por ser siempre “el que pone” y autoconvocados a la cabeza de un movimiento nacido desde el campo, que aglutina además industrias y comercio. Son imágenes de la 125? No, provienen de Uruguay, de un tranquilo pueblo llamado Durazno.

 

Ni el contexto, ni la política, ni siquiera el enojo podrían trazar un paralelo. Sin embargo, lo ocurrido en el país vecino es casi una premonición, es una suerte de “Volver al futuro” si queremos titularlo a modo de película por venir. Con un gobierno supuestamente “pro campo”, el productor Uruguayo se encuentra en la dicotomía de seguir resistiendo o pegar el grito. Que quede claro, para que el productor Uruguayo se subleve, mucha agua ha pasado bajo el puente. Tarifas imparables, combustible a precios improductivos, una ganadería de combate, rentabilidad marginal para rindes que en promedio no superan los 2000 kgs de soja, lo vivido esta semana en el país vecino, es casi un calco de lo que podría ocurrir aquí, si el “potencial” gobierno amigo, sigue en un derrotero donde “el no quitar”, significa claramente, “el no dar nada”.

 

Pasemos en limpio: 12 años de Kirchnerismo, con los últimos 5 funestos, significaron la extracción de capital más grande que se haya visto en la historia Argentina, con retenciones que dejaron prácticamente desbaratado, el mercado de trigo, el genocidio de Moreno con 12 millones de cabezas menos y un productor harto de estar harto, espero ansiosamente el momento de que la taba se diera vuelta. Nuevos tiempos, nuevos aires, sin retenciones, pero con la columna de los costos, creciendo y creciendo, mientras que el dólar y la devaluación poco impactan en la rentabilidad supuesta. Es cierto, mercados libres –entre comillas..-, pero con una maraña burocrática, sindical, impositiva, que viene subiendo lentamente en el termómetro del “hartómetro” y que sin mediar cambios importantes, no faltará mucho para copiar el “Duraznazo” del país Oriental.

 

Allá lejos y hace tiempo, el campo dio una mano en plena crisis del Duhaldismo, acá cerca y no hace tanto, al campo se le piso la cabeza en los tiempos del Cristinismo, hoy y por ahora, el Macrismo solo sacó las retenciones con un solo mensaje: el campo tiene que dar una mano. Claro, la pregunta que queda en el aire es justamente, cuándo es el turno del sector agropecuario? Los mensajes contrarios, muestran un sindicalismo millonario, gremios poderosos, políticos con dietas siderales, congreso abarrotado de empleados, un estado que no para de engrosarse, un sector exportador fuerte, una timba financiera libre y en crecimiento permanente y el campo….el campo tiene que dar una mano? La respuesta, la tiene cada productor, pero sin dudas, el cansancio de no ver cambios en el mensaje, viene ganando por goleada.

 

Mientras tanto el imaginario popular, sigue viendo al sector como favorecido, como un gran evasor y una grieta que a mi entender, no tiene retorno. Nadie culpará a los jueces por no tributar, jamás un médico cirujano será señalado por no facturar y el sector vive a diario, la más grande de las informalidades a la hora de reclamar una factura de muchos pesos en varios casos, al alambrador, al molinero, al contratista, al gomero o cuanto trabajo rural deba realizarse. Pero el que evade, es el productor. El “Duraznazo” está en Uruguay, pero por estos pagos, tiene cientos de seguidores.

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