El vuelo

Por Carlos Bodanza - Infosudoeste

La cabina de vuelo es un lugar complejo, las múltiples opciones y el conocimiento extremo de su intimidad, son la clave para que el vuelo sea posible. Solo hay un piloto, el único capaz de que este viaje pueda realizarse.

 

Lo primero a realizar es el “chek list”, fundamental para repasar el buen funcionamiento y el más importante de los momentos: el despegue. Estamos en la pista de este 2017 y levantar vuelo nos llevará a un nuevo año, cuya única certeza es que no conocemos ni su ruta, ni su duración y mucho menos, su final. Por eso, hay que volar sabiendo que siempre, puede ser un viaje más, o quizás el último y esto jamás, debe ser un drama. Por eso es obligatorio disfrutar cada etapa de este viaje.

 

Ajustarnos a un cinturón imaginario nos obliga a estar seguros, a no regalarnos en nada, a dar pasos firmes en cada momento. Todo lastre innecesario, debe dejarse en 2017, es importante viajar livianos, para poder elevarnos todo lo que nuestro potencial nos permita, sin llevar pesos que arrastramos solo muchas veces por propia decisión. Los pendientes seguramente son muchos, no se trata de amontonarlos: lo ideal es enlistarlos para poder tildarlos en algún momento y arrojarlos en pleno viaje. Nuestra tripulación será la que nosotros elegimos, la que nos contenga, la que nos escuche, la que esté siempre atenta a las necesidades de este vuelo. Por último, el chequeo interior nos dará la fuerza, la convicción y sobre todo, la búsqueda del camino que queremos trazar.

 

Motores encendidos, carreteo previo y la ansiedad lógica que el despegue provoca. A disfrutarlo: en pocas horas, el viaje al 2018 será una realidad….

 

Simplemente, feliz año!

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