Ilusión de Navidad

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

Navidad siempre nos lleva a la niñez, nos retrotrae en un viaje al pasado donde todo era mejor, donde todo lo veíamos grande, importante. Fue un tiempo de ilusiones, de magia, en el campo o en la ciudad. Y esa inocencia se fue perdiendo, fue ganando la realidad, pero a veces, es necesario darse un pequeño regalo, una inocente, ilusión de Navidad.

 

“De gurí soñaba en la Nochebuena” dice la canción navideña. Si, de gurí soñaba que había un campo grande, un campo importante, donde todos los caminos eran de fácil acceso. Donde una calle consolidada, llegaba hasta mi tranquera, donde no existía lluvia ni agua que impida la llegada de los camiones, de las cosechadoras, de los tanques de leche o las jaulas con hacienda.

 

De gurí soñaba que el campo era realmente grande. Donde enormes transformadores, repartían energía y las trifásicas llegaban a todos los galpones, en donde los teléfonos celulares tenían señal y hasta era posible, tener internet. De gurí soñaba que un colectivo, llevaría a todos los chicos rurales a la escuela, como esos amarillos que en la televisión norteamericana recorren caminos y kilómetros, para que todos juntos, compartan en una gran escuela la enseñanza que todos merecemos.

 

De gurí soñaba que ser productor era un orgullo. Que ser parte de la elite que alimenta al resto, me llenaría el pecho, me saludarían con respeto y así poder responder levantando apenas mi sombrero, como esos rudos hombres de gorros grandes a los que todos admiran, a los que todos agradecen, siempre claro, como en la televisión norteamericana.

 

De gurí soñaba tener una gran cosechadora, un tractor enorme, hasta un camión de granos, una potente camioneta, un carro de hacienda y hasta un motorhome, para poder poder trasladarme por el campo, para poder estar en el lugar que mi producción me lo pida. Y teniendo todo eso, seguramente me respetarían, a nadie se le ocurriría maltratarme por esa camioneta, por el motorhome o por mi carro de hacienda. Total, yo sería productor, sería el responsable de que los platos de la mesa, tengan comida en cada casa. Y eso, eso sí que me haría grande.

 

De gurí soñaba que cuando fuera al pueblo, el gerente del banco siempre estuviera bien dispuesto. Porque claro, yo sembraría y para eso, ellos estarían felices de darme un crédito. Y sería simple, sería con una hipoteca, con mis vacas, o con mi rancho, pero el crédito siempre estaría. Porque claro, yo sería productor y eso, para el banco, sería palabra santa.

 

De gurí soñaba, que en el pueblo todos me conocerían, porque yo sería productor. Porque cargaría combustible, porque haría grandes compras en las tiendas, porque iría siempre al molinero, porque vería al gomero, porque el comisario siempre estaría atento a nuestros campos, a nuestra seguridad, a nuestra hacienda. Porque sería productor y eso para el comisario, sería la mejor referencia.

 

De gurí soñaba, pero ya no tanto. Porque soy productor, porque soy Argentino y porque en este país, quien labura, quien aporta, quien invierte y quien permite que la rueda funcione, no es tan importante. Porque justamente, es Argentina y aquí durante años se le enseñó a la sociedad, que ser productor, es mala palabra.

 

De gurí soñaba y hoy solo lo haré… porque hoy es Nochebuena.

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