El éxito no solo se dio por el acompañamiento de la gente,
también por el buen nivel de lo presentado artísticamente.
Con la organización de los hermanos Montane (Oscar, Juan y Marcos) y la Comisión del Sportman Club Recreativo, el sábado por la noche se realizó la peña folklórica, por la cual vienen trabajando desde febrero y que contó con alrededor de 500 personas.
Las Azopardenses integradas por Milagros, Mayra y Morena acompañada por su profesor Rodrigo Schmitz, fueron las encargadas de iniciar el festival.
Seguidamente llegó Sofía Recobich, luego de un impase de dos años sin pisar escenario alguno, retornó con toda la potencia que le conocía, dejando un puñado de canciones bien festivaleros, levantando la temperatura del público presente y principalmente de aquellos que rápidamente salía a bailar los diferentes ritmos, chacareras y zambas principalmente.
En la continuidad fue el turno de “La Pequeña Huella”, de la localidad de General San Martín (La Pampa) con la conducción de la profesora Nerina Tobio, regalando una rutina muy bien lograda pudiendo interactuar el grupo de menores con adolescentes, recogiendo el cerrado aplauso de los presentes.
Facundo Quiroga dijo presente. Con su tradicional estampa y calidad interpretativa, el payador radicado en Martinetas, impuso su sello, más allá de haber expresado que desde hacía un par de días venía conviviendo con un fuerte estado gripal, cuestión que pasó totalmente desapercibida a la hora de regalar un show a la altura de sus antecedentes.
La agrupación femenina “El Malón” también formó parte de la peña, sorprendiendo aquellos que la veían por primera vez, pero ratificando la consideración de los que sabían de qué se trataba. Un cuadro estilizado fue la rutina elegida y muy bien lograda.
El que toca nunca baila y el que organiza una peña no siempre canta, pero esta vez ameritaba que acontecieran. Los hermanos Montane, quienes fueron la cara visible de esta organización, fueron empujados por el conductor para que interpretaran un par de temas y rápidamente la complicidad del público hizo que esto se concretara, produciendo a su vez el debut de Oscar, para convertirse en el trío Los Hermanos Montane.
El cierre artístico como se anunció, fue todo de Manu García Pereira, el talentoso interprete de Guaminí quien desplego todo su talento y carisma, con un repertorio que recorrió diferentes géneros musicales y poniendo de pie a los presentes.
DJ Matuiter le puso música para que se desate el baile final hasta altas horas de la madrugadas siendo el final de una noche exitosa.
Felicitaciones a los Hermanos Montane y la comisión del Sportman Club Recreativo Azopardo por la organización, por haber motivado incluso desde que tomó estado público (febrero), que otras peñas nacieran a partir de esta iniciativa y hoy cuenta con una gran movida, revalorizando nuestro acervo cultural.
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