Solo por hoy

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

Dejame ilusionarme, aunque sea por hoy, déjame no me quites esas ganas de arrancar de una buena vez. Nada, podemos pensar diferente, podemos no ver las cosas de la misma manera, aunque ni siquiera ninguno de los dos estemos muy convencidos de todo, pero al menos hoy entregáte, déjate llevar por las ganas de pensar que alguna vez puede ser posible.

 

Hoy nace un nuevo sueño, aunque los tengamos gastados, aunque nos los hayan robado mil veces, más allá de las miles de mentiras con las cuales llegamos hasta acá. Vos te acordás no? A veces es bueno tener memoria, pero no esa que nos imponen en el relato, en la que hay que creer en cosas que ni siquiera terminamos de conocer. No, hablo de la tangible, de la real de esa que nos lleva a no más de 4 años, donde nos prometieron combatir la inflación, la pobreza y es más, la misma promesa que un Ministro hacia hace tan solo un año y en 12 meses se encargó de casi menos, duplicar, entre mentira y mentira.

 

No me voy a dedicar a destruir a nadie, estoy repodrido del discurso eterno de que los demás tienen la culpa, de que todo esto es por esto o por aquello, pero si la ilusión de que al fin seamos un país justo, es poco menos que un objetivo que cualquier país normal del mundo desearía. Acaso no estaría bueno eso? De que todos seamos iguales? Pero iguales en serio!!!

 

Iguales sería que todos laburemos de la misma manera, que nadie se quede afuera, pero que todos pongamos para salir de esto, sobre todo empezando por los que conducen los destinos del país, ellos alguna vez tienen que ser el ejemplo, los abanderados del sacrificio, demostrar que la política es un servicio público y no que toda la vida seremos nosotros al servicio de ellos, será tan difícil?

 

Y claro, yo se que lo primero que todos piensan es que “no lo van a dejar”. La pregunta es, quiénes? Justamente, no lo van a querer dejar los que siempre han vivido de esto, de quienes han hecho negocios con el país y su gente, con quienes han vivido de arriba hasta acá. El listado es enorme, lo se, pero justamente aquí comenzaremos a dividir los que quieren al país y los otros, no me cabe dudas de que si mañana sale un sindicato a la calle, si aparece un piquete a 24 hs de un nuevo presidente, si algún canalla osara mencionar la palabra “paro” antes de por lo menos 6 meses de mandato, estamos frente a una organización delictiva y todos aquellos que apoyen la idea, son por lo menos cómplices, porque sin dudas si no lo hicieron en estos 4 años –los peores de la historia argentina al dia de hoy sin discusión alguna- es porque la cobardía, la canalles y su absoluta hipocresía son las únicas banderas de reclamo posibles.

 

Y quiero finalizar con una frase que un amigo dejó picando hace pocos días y adhiero en un ciento por ciento: “si la justicia no se pone al frente del cambio que necesitamos en la Argentina, será imposible que seamos el país que necesitamos ser”. Más de acuerdo imposible, ya que para sentirnos verdaderos ciudadanos, debemos volver a esa sensación de que el bien y el mal tienen carriles diferentes, de que los derechos jamás pueden superar a las obligaciones, el yin y el yang de un funcionamiento democrático, con la simple idea que mis derechos son tan importantes como el derecho ajeno.

 

Hoy déjame creer que es posible, al menos esa pequeña ilusión, esa esperanza de saber que mañana puede ser un día mejor, salir de esta eterna sensación de que solo vamos a empeorar, eso que nos han enseñado tanto años de Kirchnerismo y su constante mediocridad de hacer a todos un poco peores, para poder ser iguales.

 

Hoy comienza un país para todos, porque justamente, en todos comienzan las igualdades, las sociales, las de género y las culturales. Todos somos Argentinos, cualquier otra palabra, es parte del humo y la neblina que durante años, intentaron generar para no seguir soñando en que un día vamos a poder. Dejame ilusionarme que ese día, esta comenzando.

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