Historias sin coraje

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

“Es cierto que la ruta te inspira” dispara mi amigo Damián mientras los kilómetros de nada camino hacia la Pampa lo ponen reflexivo. Banquinas desbastadas, rutas en mal estado –con un par de años encima-, el paisaje mixto, donde está claro, que en ningún lugar sobra nada.

 

“Nadie controla nada, es un país donde vale todo” continúa en sus reflexiones. Claro, compartir audios con amigos es parte de pasar esas horas “muertas” de asfalto, donde no hay psicólogo más profundo que la propia mente con uno mismo, para “revolver”, sacar y en muchos casos intercambiar ideas. Otras veces, mientras la señal lo permite, es el momento de recurrir al llamado y ahí la hermandad del asfalto, nos acerca a todos.

 

“Yo digo que es el país de las faltas” me dice mientras le leo la mente diciéndome a mi mismo, “ojalá fuera la de las multas, pero no, esas están solo para perjudicar a la gente, cuando en definitiva, deberían ser educativas, aquí recaudan y punto, sino que alguien me explique para que poner en el medio de la nada, una camioneta semi escondida, con una cámara que dice Maxima 60 en una recta sin cruces. Patético, como casi todo lo que hacen”, me digo en voz alta.

 

Y Damián continúa, “falta control en la obra pública, porque en dos años se rompe todo. Falta gas oil, seguridad, faltan insumos, faltan dólares, falta justicia, falta educación, todo falta” y podríamos seguir durante varios editoriales, porque en definitiva, nos falta lo más importante, lo que podría ponernos a salvo de todo el desastre que vivimos a diario, nos falta pensar.

 

Hace apenas una semana se dieron resultados que para muchos –vaya la paradoja- son impensados. Porque nadie dudaba del Ballotage, ni siquiera nadie tenía demasiadas dudas de quiénes irían al mismo, más allá de que alguno pudiera ilusionarse con otras opciones. Pero lo que ocurrió días atrás, debería mínimamente llamarnos a la reflexión, es muy difícil de entender. De hecho, me tocó tener que explicarles a unos amigos Catalanes, este resultado, donde quien tiene la mayor intención de voto, es de los peores Ministros de Economía de la Historia, que digan lo que gusten, que hablen de la herencia, nadie fue capaz en tan solo un año, de traernos al mayor desastre visto en estos años de democracia.

 

Por eso, lo que nos falta sin dudas, es lógica, aunque después podamos decir lo que nos parezca de Juntos por el cambio –junto al radicalismo, por suerte un partido en extinción- , aunque muchos se asusten de Milei, después de pasar por un proceso con Cristina, Máximo, Insaurralde, los bolsos de López, la imprenta de Boudou, la dudosa muerte de Nissman, los trenes de Cometrans, las fiestitas de Alberto, los mosquitos de Ginés González Garcia y la poca importancia del coronavirus, la vacunación Vip, el desplante a Pfizer por el traslado que tenía su propio monopolio, la desaparición en vida de todos los gremialistas que a pesar de la gravísima crisis económica nunca hicieron un paro y se podría seguir toda la mañana y sin embargo, le tienen miedo a Milei. Sin dudas, lo que más le falta a la Argentina, es salud mental, no cabe otra definición para terminar aceptando todo lo que se acepta, sin que nadie pegue un grito.

 

Por eso estamos muy enfermos, con una enfermedad terminal que no termina nunca de matarnos, pero nos deja casi sin vida, un país zoombie en contínuo retroceso, sin futuro, sin esperanza, sin capacidad para entender que no hay peor mal, que el que nos puede causar quienes nos han secuestrado durante 20 años los mejores sueños.

 

Claro mi amigo, claro Damián que nos falta mucho, pero muchísimo coraje, porque de cobardes en este país se siguen escribiendo historias, prácticamente todos los días. 

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