No ser indiferentes

Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo

Nuestro país está al borde del precipicio. No sólo económico, sino también moral y social. Estamos a menos de un mes de las elecciones nacionales y de los referentes que dejaron las PASO, los argentinos debemos votar a uno de ellos según nuestra escala de valores o preferencias, para experimentar un salto al vacío o cambiar el rumbo. Acá no vale la indiferencia. Debemos asumir nuestra condición de ciudadanos.

 

Releyendo un libro del doctor René Balestra -El poder obcecado-, editado en 2009 y que tiene rigurosa actualidad, destaca que “no se necesita ser licenciado en ciencia política para comprender la realidad que nos rodea. Aquí no hay inocencia. Todo el siglo XX y el XXI nos está demostrando que no la hubo nunca. Ni en Italia, ni en Rusia, ni en Alemania, ni en Estados Unidos, las masas fueron engañadas. Querían a Mussolini, a Stalin y a Hitler, como hoy quieren a Castro, a Chávez o a Bush. Nunca, chocolate por la noticia, las opiniones son unánimes. Pero una vigorosa voluntad mayoritaria acompaña y aplaude a esos pervertidos para hacer el mal”.

 

Enseguida expresa: “La inmensa grandeza y actualidad de Moreno, de Rivadavia, de Echeverría, de Sarmiento, de Mitre, de Avellaneda fueron que supieron siempre que el común o es neutro, o es indiferente a los valores morales. Por eso, en un impulso oceánico realizaron una tarea titánica para educarlos a todos, y ellos, en su vida privada y en su vida pública, vivieron con una impecable pulcritud personal”.

 

Más adelante, Balestra afirma que “la verdadera pedagogía consiste en que el maestro sea capaz de despertar en el alumno el deseo de saber y progresar. El auténtico discípulo de Hipócrates debe ejercer la medicina convenciendo al enfermo de su enfermedad y logrando que, asumiéndose, experimente la apetencia de curarse. Cualquiera de los dos sabe -si es bueno- que la palabra conmueve, pero sólo el ejemplo convence. Los que dirigen sociedades tienen mucho de maestros y bastante de médicos. O deben tenerlo”.

 

Y concluye el doctor René Balestra: “Hay en el presente argentino una inmensa nostalgia por ejemplos que convenzan. Son los instrumentos legítimos para romper la indiferencia que nos faltan desde hace mucho tiempo”.

 

Esta reflexión del doctor Balestra, escrita hace más de 14 años, viene bien para que esta noche escuchemos atentamente el debate entre los presidenciables y podamos sacar nuestras propias conclusiones pensando en el el país que deseamos construir para nosotros y para quienes nos sucedan. Y, para eso, debemos dejar de ser indiferentes.

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