Valores que escasean

Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo

A medida que nos vamos acercando al 22 de octubre la lucha se hace más intensa. El objetivo es seducir, agradar, llegar al ciudadano de a pie, para captar su voluntad y su voto. Esta vez, los candidatos a presidente de la Nación no saben por dónde se le escapará la liebre, porque siguen desprendidos de la realidad.

 

De los tres candidatos más votados en las PASO, cada uno ya cree que tiene la banda presidencial puesta, pero hay mucho por demostrar y en poco tiempo. A todos les falta una virtud humana denominada “Humildad”.

 

Al respecto, una queridísima amiga me envió esta semana un texto de la escritora española Irene Vallejo. Señala: “La antigua palabra latina humilis —humilde— deriva de humus, “tierra”. Significaba estar abajo, en un peldaño inferior del escalafón, sin privilegios ni pedigrí. No haber nacido arriba, arrogantes. El cristianismo dignificó el concepto, y en su imaginario se convirtió en la virtud opuesta a la soberbia: “Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra”. El cielo estará, después de todo, entre el barro. No olvidemos que el humus o mantillo, en términos geológicos, es la capa que enriquece la naturaleza, la fertiliza y la hace crecer. La humildad también puede ser fértil, como conciencia de la propia ignorancia, de nuestros desastres, tropiezos y tonterías, como apertura a aprender. Las limitaciones nos hacen humanos —otra palabra de la misma familia—. Nada germina en piedra sólida, mientras la tierra frágil alimenta el cultivo y la cultura […]. Sin humildad, el yo ocupa todo el espacio disponible y solo ve al prójimo como objeto o como enemigo. Se conoce el carácter de alguien observando cómo trata en el día a día a la gente corriente, a quienes no son poderosos y no pueden favorecerle. Para ponernos en el lugar de otros, la vanidad debe bajarse del pedestal. Como escribió Clive Lewis, no es humilde quien piensa de sí mismo que es poca cosa, sino quien piensa poco en sí mismo”.

 

Días pasados, en ocasión de la XIX Jornada Universitaria de Entidades de la Economía Social, el presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Consumo, Rodolfo Zoppi, frente al delicado momento que vive el país, agravado por la incertidumbre que genera el proceso electoral, trajo a la memoria un pensamiento del Doctor Arturo Vainstok, quien fuera presidente de la Cooperar y de la Cooperativa El Hogar Obrero, y que es el siguiente: “Todos debemos ayudar para alcanzar la autenticidad soñada que debe realizarse en una sociedad pluralista, en la que funcione eficaz y limpiamente una democracia fundada en la voluntad responsable del pueblo, sin ficciones, sin manipuleo de la opinión, con respeto de la honrada expresión de cada pensamiento, sin invocaciones milagreras, sin paternalismo, sin creación artificial de santos y bandidos, de supuestos iluminados y fabricados defensores de los humildes, fruto de la publicidad sistematizada, a la manera que se impone una marca de jabón o un producto cualquiera en el mercado”. Esto fue escrito por el doctor Vainstok el 21 de octubre de 1976, y sigue teniendo, como el texto de la escritora Irene Vallejo, una clara actualidad de cara al nuevo proceso electoral. El que desee escuchar que escuche…

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