Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo
“Si no damos vuelta la página será muy difícil cambiar el rumbo de la política”. Este concepto pertenece a Germán Paats, economista, productor agropecuario de Tapalqué y presidente de la Fundación Barbechando, una organización de la sociedad civil que trabaja junto a diputados y senadores nacionales para incidir positivamente en leyes y políticas públicas para el desarrollo AgroBioIndustrial con información, propuestas y conocimiento técnico.
En otras palabras, en palabras de Paats, desde Barbechando “hacemos lobby bien entendido para el sector agropecuario. Conversamos, alcanzamos información, creamos confianza y empatía. Hablamos con todos, porque nuestro enfoque es general y apartidario”.
Tanto a Paats, como a la secretaria, contadora Ángeles Naveyra y al director general, el ingeniero ambiental Manuel Chiappe, los conocí personalmente en el Seminario Nacional de ACA realizado en Rosario el jueves y viernes pasado. Sabía de la fundación, pero no conocía de la labor en profundidad. Realmente son unos fenómenos, porque su trabajo no tiene pausas. Como me dijo en un reportaje Paats: “Nuestra labor es 24/7, es decir, las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana”.
Ese trabajo de lobby ha incidido positivamente o ha detenido preventivamente alguna ley que pudiera perjudicar no sólo al sector agropecuario e industrial, sino que también se ha buscado un punto de equilibrio para que la sociedad en su conjunto sea beneficiada. Un ejemplo de ello ha sido su protagonismo, junto a otras entidades, incidieron sobre el proyecto de ley de Humedales, acerca del impacto que iba a tener en algunas zonas productivas, donde la provincia de Corrientes, de haber prosperado el proyecto original, se hubiese quedado sin ganadería vacuna y ovina. Al respecto, Paats me dijo: “Nos apretaron, pero como fuimos con la verdad y con mediciones técnicas, se pudo desactivar”.
Denotaron en su exposición a 400 delegados de cooperativas agropecuarias, que esta labor de lobby no sólo debe remitirse al Congreso, sino también a todos los ambientes: a las legislaturas provinciales y al seno de los Concejos Deliberantes. Y en ello, apreciaron mucho una palabra: Participación. Hay que salir de la zona de confort y llevar la voz de la diversidad productiva del campo a todos.
Se insistió mucho desde Barbechando en buscar consenso con la política y con la sociedad. Hablando, la gente se entiende. Hablando, se aporta información, propuestas y el saber hacer de la profesión de productor y empresario agropecuario.
Hace dos semanas, en ocasión de las elecciones PASO, estuve hablando de participación. Hoy, gracias al trabajo de la Fundación Barbechando, continúo hablando de participación y vuelvo al principio de esta columna y al concepto del productor agropecuario Germán Paats: “Si no damos vuelta la página será muy difícil cambiar el rumbo de la política”.
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