Ellos van a ir

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

Por un momento pensé en no ir, total dije, “qué voy a cambiar?” Pienso en el momento que vivimos, tal vez (aunque siempre nos parezca la peor), lo digo, la peor crisis social, política y económica de la historia de nuestro país, sumado al resto de los sectores, seguridad, educación, salud, nada puede estar peor a la hora de mirarnos como sociedad.

 

Y ellos van a ir, claro que siempre van. Porque si hay alguien que va a votar, es el que cada día de su vida se levanta para ir a cortar una calle allá en Buenos Aires y a veces por qué no, dispuesto a darle al bombo, ir con unos trapos hasta el centro acá en Bahía y por un rato, dejar pleno centro enquilombado. Ellos van a ir, seguro que van, porque de eso viven.

 

Pienso en los millones de Argentinos subsidiados, muchos de ellos necesitados de que alguien les de una mano, porque los llevaron a eso, porque hicieron de las leyes laborales un buen negocio, para que hoy, todo aquel que piense en dar empleo, sepa bien que lo que ya dio es un juicio laboral perdido. Y ahí están millones sin trabajo, genuinamente y bajo un subsidio, irán a votar, pensando en no perder su único y genuino ingreso. Pero estarán los otros millones, esos que tienen al subsidio como una forma de vida, porque jamás quisieron ni querrán laburar, porque saben que los van a bancar eternamente, por eso van a ir, ni locos dejan de apoyar al sistema.

 

Están ellos también, cientos y miles de empleados que lograron el “carguito”, porque hoy tenés cientos en Aerolineas, en gobernaciones, en Anses, en municipios, acomodados que se mezclaron con los verdaderos trabajadores del estado y sin lugar a dudas, allí van a estar, deseosos de que nadie se atreva a revisar un curriculum, a que tengan que ponerse por un segundo a prueba a la hora de hablar de sus capacidades, que seguramente pocas tienen a la hora de ser útiles.

 

Y van a estar los de siempre, esos apellidos que tanto conocés y casi desde que tenés uso de razón, son concejales, diputados, consejeros, ministros, secretarios, jefes de alguna ofician inventada, guardaespaldas, choferes de los choferes, ayudante del secretario, senadores, bibliotecarios del congreso, etc, etc, etc, esos mil millones de cargos que todos bancamos y que hacen de este agujero negro, el más inacabable de todos los mantenimientos y ellos van a estar ahí, firmes esperando su turno.

 

Y estarán ellos también, los mismos que hace no tanto, su pre candidato, los trató de “ñoquis” a los cuales iba a barrer, porque el también mimetizado en alguno de sus tantos partidos políticos, juró darles cacería y borrarlos del mapa y los pobres infelices, tan ciegos, tan carentes de dignidad y carácter, tendrán que ir con el, porque su reina así lo quiso, así lo dispuso, burlándose de todos, sobre todo de la democracia que los ampara, dejándolos ni siquiera, con el poder de decidir que candidatos querían. Si, los “ñoquis” de la Cámpora, pateando cascotes, masticando bronca, sabiéndose estúpidos por dentro, también irán el domingo próximo.

 

Y por último, estamos vos y yo, como siempre, pagando hasta la última factura, creyendo que siempre es posible laburando, siendo responsables, correctos, eternamente dispuestos a volver a empezar y a volver a sentir que es posible cambiar esto, aunque no sepas cómo, con quiénes, y en el fondo, estés convencido de que no tiene remedio. Pero, sabiendo que todos ellos van a ir, en serio no vamos a ir nosotros que en definitiva, somos los verdaderamente libres a la hora de ir a votar?

 

Pensalo bien, porque ellos, ellos van a ir.

Escribir comentario

Comentarios: 0