Esa mirada

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

El termómetro vuelve a repetir 39,4 y la verdad sentarme en el teclado es casi una tortura. Se me viene la semana a la cabeza y me arrepiento de no haber ido vestido de oso polar en esa recorrida en las sierras mirando remolachas, todos sabíamos que el frío calaba profundo y nada podía parar el viento. Como nada paró el viento el miércoles, cuanto en Tornquist costaba mirar los corrales de como soplaba ese amigo tan común que tenemos en el sudoeste. Por eso, cuando el jueves llegué a 17 de Agosto, la herida estaba abierta y no habría manera de no pagar las consecuencias. Ya lo dijo Gustavo, a veces no sabemos decirle no a la pasión y vamos ciegos, como fui esta semana.

 

Pienso en Lucca, día del padre, los dos medios heridos, el con una gripe escolar, yo con una enfriada de aquellas, recordando por la fiebre aquellos fatídicos tiempos del Covid, entre encierros y fiebre, haciendo radio a pesar de todo, aunque a veces los pulmones y la garganta pidan, “por favor basta”.

 

Somos eso, apasionados y es nuestro mayor tesoro, no medimos consecuencias, es igual a quien no vende una vaca por su genética y prefiere semi-fundirse con tal de no ir contra sus propios principios, como si a la vaca, o la gente, o al gobierno, le importaran mínimamente los esfuerzos realizados, las horas invertidas, el trabajo de años, las angustias consumidas. O tal vez ese productor que hoy arriba de una sembradora, va en contra de toda lógica, con solo dos esperanzas en la mano: que el de arriba acompañe con buenas lluvias y que al momento de cosechar, el peor gobierno de la historia Argentina ya no este, y probablemente quienes lo conforman con Cristina a la cabeza, hayan desaparecido para siempre.

 

Es el día del padre y cómo no pensar que vamos a dejarles a nuestros hijos. Que país corrupto, desahuciado socialmente, sin valores, sin principios, sin cultura, o al menos es lo que impulsan cada día, desde ahora el nuevo partido, con las mismas caras, con los mismos delincuentes, un nombre que se ríe de todos nosotros: “Unión por la patria”. Me están jodiendo? Que patria? La de los feriados extralarge? Porque alguien se va a acordar que por estos días es el día de la bandera? No creo, no les interesa, hace rato todo lo que tenga que ver con la Patria, la Nación y el país, no les importa, que la cuenten como quieran, pero han destruido absolutamente todo.

 

Me cambio la remera transpirada, no bajo de 39, no hay caso, no hay medicación que lo logre. Por eso me digo que podemos dejarle algo bueno a nuestros hijos, el ejemplo de no rendirse nunca, la virtud de ir para adelante, aunque de mil maneras intenten pararte, porque lo van a intentar, porque cada día que uno de nosotros está laburando, hay diez de ellos que hacen todo lo posible, porque otros diez más no laburen, esa es su cultura, ese es su objetivo, culparnos por el esfuerzo, señalarnos por el amor por lo que hacemos, no lo entienden, no lo ven, no lo quieren.

 

Por eso, ese es nuestro ejemplo, el de no rendirnos, el de saber que tarde o temprano será posible. Nuestros hijos querrán irse, tal vez tengan razón, quien sabe. Pero está en nosotros no entregarnos, porque en esa mirada que hoy les estamos dando a quienes nos miran como ejemplo, estará la admiración de decir, “lo intentamos” a pesar de todo.

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