Veterinarios como garantes de salud: su rol en la cadena productiva

La inocuidad de los alimentos también forma parte de las incumbencias de los veterinarios. En la Semana de la Lucha contra la Triquinosis, desde el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires continuamos resaltando la importancia del control en la cadena de producción alimenticia.

A principios de 2022, el Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense resolvió que cada año, durante la tercera semana de mayo, se realicen acciones de difusión y capacitación de la Lucha contra la Triquinosis en todo el territorio provincial. En este marco, desde el CVPBA apuntamos a visibilizar y concientizar sobre esta enfermedad, su prevención y control. Para esto, resulta indispensable resaltar el rol que tiene el médico veterinario, que es el profesional que garantiza la inocuidad de la carne porcina y sus derivados.

 

La Triquinosis es una afección parasitaria causada por la presencia de Trichinella spiralis, comúnmente alojada en las denominadas carnes blancas, que puede llegar al hombre a través de la elaboración de alimento hecho con carne contaminada. El parásito se transmite de un animal a otro a través de la alimentación, por eso es importante que los animales destinados a consumo humano sean alimentados correctamente y se encuentren alojados en instalaciones que cumplan con adecuadas condiciones de higiene, con control de roedores. Debemos recordar que fiebre, dolores musculares, diarrea, vómitos y picazón corporal son los principales síntomas de un paciente infectado de Triquinosis.

 

En este sentido, para evitar un contagio lo primero que se recomienda es cocinar correctamente la carne de cerdo, como mínimo, hasta que desaparezca el color rosado, ya que el parásito se destruye a más de 70 grados centígrados de cocción. Además, se debe consumir carne o chacinados que presente sello, rótulo o  etiqueta debidamente identificada, que certifique que el producto adquirido pasó todos los controles bromatológicos correspondientes.

 

Desde la comisión de Inocuidad Alimentaria del CVPBA, a cargo del Dr. Héctor Baschar, manifiestan que “el rol del veterinario abarca desde la producción del cerdo, observando las adecuadas condiciones de crianza que contempla instalaciones, ambiente, sanidad, alimentación, faena, control bromatológico, hasta realizar el diagnostico de esta enfermedad parasitaria a través del análisis de digestión enzimática en un laboratorio, determinar si la carne se encuentra contaminada con el parasito y se encuentra en condiciones de ser apta para consumo humano. En toda esa cadena, tanto quien produce el cerdo, quien lo faena y quien elabora embutidos y chacinados, debe contar con un profesional veterinario matriculado, para realizar las certificaciones correspondientes y así garantizar alimentos inocuos y seguros para consumo humano”.

 

Actualmente la principal causa de contagio está relacionada a los cerdos alimentados con desperdicios o restos de alimentos donde habitan roedores, como basurales. Las personas pueden contraer esta parasitosis al consumir carne de cerdo, chacinada o embutida, mayormente de elaboración casera sin los controles sanitarios respectivos.

 

Se trata de una enfermedad endémica en nuestro país, donde la aparición de casos en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, La Pampa y Río Negro suele ser habitual. De hecho, a principios de este año, se registraron 8 casos de Triquinosis en el sur de Santa Fe.

 

En este contexto, la prevención y el trabajo mancomunado son fundamentales. Los veterinarios, como agentes de salud, son los responsables de garantizar las buenas prácticas dentro de la cadena de producción porcina, interactuando con todos los actores que la conforman.

 

Esta parasitosis puede prevenirse si contemplamos medidas sencillas, de fácil adopción, que compartimos a continuación:

 

Para el consumidor:

  • Comprar chacinados en establecimientos habilitados y no en lugares informales, como a la vera de la ruta.
  • Verificar que tengan un rótulo o etiqueta que certifique su origen y la aprobación de los controles correspondientes.
  • Cocinar la carne durante un tiempo prudencial, hasta que desaparezca el color rosado.
  • La sal, el ahumado o la cocción de microondas no matan el parásito.
  • Ante la presencia de síntomas de la enfermedad, luego de consumir productos de dudosa procedencia, dirigirse inmediatamente a un centro de salud. 

Para los productores:

  • Mantener los establecimientos en buenas condiciones higiénicas.
  • Combatir los roedores
  • Eliminar la basura
  • Alimentar adecuadamente a los animales.
  • Analizar una muestra de carne de cada animal mediante la prueba de Digestión Enzimática.

Desde el Colegio de Médicos Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires queremos convocar a toda la sociedad, pero fundamentalmente a los involucrados en la producción de carne porcina, chacinados y embutidos, a considerar e incorporar las medidas de prevención y control de esta parasitosis que todos los años ocasiona brotes epidémicos en humanos, enfermando en ocasiones a personas de todas las edades.

 

A todos nuestros colegas, los invitamos a que sigan trabajando con el compromiso mostrado hasta ahora y los convocamos a redoblar esfuerzos, en pos de que la figura del veterinario siga obteniendo el reconocimiento que se merece, algo que sin dudas ya hemos comenzado a cosechar con la declaración de interés sanitario hacia nuestra actividad por parte del Ministerio de Salud nacional. Nuestro compromiso principal seguirá siendo remarcar la importancia del concepto de Una Salud.

Escribir comentario

Comentarios: 0