Desconocernos

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

“Tengamos unidad carajo, el enemigo está en otro lado, se divierten con nosotros” fueron algunas de las palabras elegidas por Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina, respondiendo a las críticas recibidas de parte de muchos productores, ante las reuniones de la Mesa de Enlace con el gobierno. “Somos sus dirigentes, somos sus representantes, nos llama el gobierno para sentarnos a dialogar y vamos de buena fe, que después ellos salgan con medidas impresentables después de todo lo que les explicamos, no es para culparnos a nosotros, eso desnuda la falta de seriedad de este gobierno”, aseveró palabras más palabras menos el dirigente. Y sí, en un país serio, un sector con problemas debe reunirse con quienes dirigen, el detalle aquí es la falta absoluta de seriedad de quien preside y maneja las cuestiones económicas, no es la Mesa de Enlace la responsable.

 

Por eso en muchas cuestiones, el hartazgo de todos comienza a confundir los roles, las responsabilidades y deja de enfocarnos a los verdaderos problemas, que cada vez son más, que cada día son más importantes y si nosotros mismos no revertimos la mirada, serán más graves aún.

 

El negocio ganadero transita los últimos tiempos una crisis sin final: tras un año de parate en los valores, con dos meses de incertidumbre entre subas y bajas y una sequía histórica, va rumbo a quebrantos que difícilmente se puedan resolver, porque el Estado fue uno de los responsables con sus intervenciones de la falta de rentabilidad de muchos y hoy ese permanente “toqueteo” de los mercados, profundiza los números de criadores, feedloteros, frigoríficos, etc. Nadie puede señalar a nadie con el dedo, pero lo cierto que poco a poco, vamos entrando en un peligroso camino, del “salvese quien pueda”.

 

En estos días se dio un combo letal: tras la sequía interminable, llegaron los calores, con eso el malhumor de empleados que miran sin ganas, que van a una feria a veces como si quien les diera el trabajo, fueran los culpables de todo, sin importarles si quien está encerrando haciendas asuma todos los riesgos, sin interesarle si allí se gana o se pierde plata, desgano, malas formas, y encima soportar que de un lado y del otro, parecen todos culpables, volvemos a la frase, “nos desconocemos”. “Qué malos precios” protesta alguno, como si quien hizo el esfuerzo de realizar el remate fuera el culpable, cuando en definitiva es el productor quien debe mirar el mercado y como vienen las cosas, no simplemente cruzarse de brazos a esperar que alguien pague. La industria también hace lo suyo, a veces pagando y a veces no, acá no hay buenos samaritanos, hay negocios y cada uno hará el suyo. Y el productor, será el eslabón más débil, pero es además quien generalmente, se cruza de brazos y solo protesta, mientras mira cualquier asamblea por televisión y solo reniega de sus dirigentes, como si fueran los culpables de todo.

 

Por eso una vez más volvemos a la simplificación de quienes arrojan números por las pérdidas de cosecha, habrá “16 mil millones de dólares menos”, Bolsas, exportadores, acopios, camioneros y hasta el gomero del pueblo deberían ser los primeros que a los gritos estén pidiendo qué van a hacer con los productores y esa pérdida, porque más allá de “los números que afectarán a la economía” la primer piojera la van a tener todos ellos porque no habrá un mango, no podemos seguir calculando numeritos y porcentajes, porque el golpe va a ser durísimo.

 

El gobierno no se hace cargo de que todo lo que se le quitó al sector en exportaciones y tipo de cambio y hoy lo va a sufrir primero el productor y después el país, pero hay un solo enemigo –aunque el término suene mal- y ese enemigo hoy es la política –ya no solo el gobierno-, guste a quien guste, no es ideológico el problema, es un problema de entender quien está del lado de los que pueden sacar esto adelante y de quienes nos siguen hundiendo hasta terminar desconociendo adónde surge todo el problema.

 

No podemos seguir todos mirando para otro lado. La culpa ya no es del clima, los mercados son los mercados, pero la intervención, las retenciones, los impuestos sin final, el desempleo, la inseguridad, la injustica, la corrupción, el desmanejo de fondos, el reparto de guita, de la falta de futuro, la descapitalización, la quiebra de productores, la falta de trabajo y el escape de miles de jóvenes del país, tienen un solo nombre: el verdadero y único enemigo en común que todos tenemos, el gobierno, y una política general, para el desastre. Y sino, averigüen cuantas sesiones tuvo el congreso y el senado en el año, estamos becando un sistema!

 

Basta de desconocernos, basta de mirarnos entre nosotros y comencemos a mirar adonde tenemos que mirar: el municipio, el congreso, el senado y la casa Rosada, son los únicos culpables de todos los problemas que tenemos a diario. Buscar culpables en otro lado es parte de lo que hoy proponen y quieren convencer al resto que el gran problema del campo, es la sequía. Despierten carajo, que para muchos sino llueve, el final no queda lejos y justamente la lluvia, no será la culpable.

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