Feliz Navidad

Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo

En este día de Navidad, me gustaría obsequiarles un cuento Sufí: “En un oasis lejano, el viejo Eliahu se encontraba de rodillas, a un costado de algunas palmeras datileras. Su vecino Hakim, acaudalado mercader, se detuvo en el oasis para que bebieran sus camellos, y al ver a Eliahu sudando, le preguntó:

  • ¿Qué tal anciano? ¿qué haces aquí con esta temperatura y esa pala en las manos?
  • Siembro –respondió el viejo.
  • ¿Y qué siembras? preguntó el mercader.
  • Dátiles, respondió Eliahu, mientras señalaba a su alrededor.
  • ¡Dátiles!, repitió el recién llegado, cerrando los ojos como quien escucha la mayor estupidez.
  • Creo que el calor te ha dañado el cerebro, querido amigo. Ven, deja esa tarea y vamos a la tienda a beber un licor.
  • No” –dijo Eliahu, debo terminar la siembra. Luego si quieres beberemos.
  • Díme, ¿cuántos años tienes…?
  • No sé, setenta, ochenta,… lo he olvidado. Pero ¿qué importa eso?
  • Mira, amigo, los datileros tardan más de cincuenta años en crecer y después de ser palmeras adultas darán frutos. Y es que, aunque vivas hasta los ciento un años no creo que puedas llegar a cosechar algo de lo que hoy siembras. Deja eso y ven conmigo”.
  • Mira, Hakim: yo comí los dátiles que otro sembró, otro que tampoco soñó con probar esos dátiles. Yo siembro hoy, para que otros puedan comer mañana los dátiles que hoy planto, y solo en honor de aquel desconocido, vale la pena terminar mi tarea.
  • Me has dado una gran lección, Eliahu, déjame que te pague con una bolsa de monedas esta enseñanza que hoy me diste. Y Hakim le puso en la mano al viejo una bolsa de cuero.
  • Te agradezco tus monedas. Dijiste que no llegaría a cosechar lo que sembraba. Acabo de cosechar una bolsa de monedas y la gratitud de un amigo.

Hasta aquí el cuento sufí. Navidad es nacimiento y nos recuerda, desde hace más de 21 siglos, el nacimiento de un hombre nuevo en cada uno de nosotros, donde la gratitud debe ser moneda corriente en el transcurrir de nuestras vidas. Siempre tenemos y tendremos mucho que agradecer. Nosotros, desde Mañanas de Campo, a todos nuestros oyentes y a nuestros sponsors. A esta Radio La Brújula 24 que nos da la posibilidad de conectarnos con cientos de hogares rurales y urbanos para llegar con nuestra información y con nuestra opinión. A nuestros columnistas: los ingenieros agrónomos Eduardo Sierra y Gustavo Almassio. A Baltasar, que cada tanto nos acompaña en este camino radial. A nuestros entrevistados. A quienes están detrás del vidrio haciendo que el programa salga prolijamente al aire: al operador Nico y al productor general Pablo. Y, en lo particular, a vos, Carlos, en quien deposito mi gratitud por tu generosidad de permitirme desde hace mucho tiempo, ser parte de estas Mañanas de Campo.

 

Les deseamos a todos ¡Feliz Navidad y un mejor año 2023!

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