Los valores nos salvan

Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo

Cada día que pasa no sólo se acentúa la decadencia del país, sino que nosotros, sus habitantes, nos sentimos más condicionados por una casta política a la que no les importamos y en cuyos discursos hablan cínicamente de “hacer lo que hay que hacer para que el pueblo recupere la alegría”.

 

El problema es que en este momento y desde hace 27 años, 3 meses y 13 días el peronismo -con todas sus camaleónicas formas de presentarse- ha sido gobierno en esta nueva etapa democrática que ya lleva casi 39 años de vigencia, y donde la “justicia social” es sólo una quimera. Asimismo, hablan ideológicamente en contra de la derecha, cuando ellos mismos fueron parte de proyectos de derecha, pero como eran gobierno, no chistaban.

 

Tampoco la oposición es un dechado de pureza y transparencia. Acá también se cuecen habas y en grande. En la última semana, la Propuesta Republicana de Juntos por el Cambio han demostrado ser una madriguera de escorpiones. Y ni les cuento lo que pasa en el nido liberal, donde se lanzan a la gobernación de la provincia de Buenos Aires desde la comodidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Mientras, los ciudadanos de a pie, los laburantes de la ciudad y del campo, las empresas de todo tipo, dale que te dale, de sol a sol, en busca de mejorar su productividad y -algunos por tener producciones a cielo abierto-, sacando cuentas para ver cómo van a terminar este año y empezar el próximo, sabiendo que su exquisito socio Estado le va a exigir la parte del león aún cuando haya perdido buena parte de la cosecha o de su zafra por la sequía. Aun así, saben que no pueden aflojar, porque existe una fidelidad vocacional.

 

A diferencia de la casta política inescrupulosa, estos ciudadanos de a pie -parafraseando a Ernesto Sábato- saben que “los valores son los que nos orientan y presiden las grandes decisiones”, y que, a pesar de todo, “la fidelidad a la vocación, ese misterioso llamado, es el fiel de la balanza donde se juega la existencia si uno ha tenido el privilegio de vivir en libertad”. Y va por más, cuando señala: “Hay momentos decisivos en la vida de los pueblos como la de los hombres. Hoy estamos atravesando uno de ellos con todos los peligros que acarrean; pero toda desgracia tiene su fruto si el hombre es capaz de soportar el infortunio con grandeza, sin claudicar a sus valores”.

 

Yo le agregaría a esta cita de Sábato: Sólo los valores nos van a salvar de esta casta política que nos denigra, pero para ello hay que ponerlos en práctica y demostrar que no somos tan fáciles de arrear. Como alguna vez lo manifesté, hay que resistir el brete y el corral, para seguir siendo República. Tenemos que aprender a enseñarle esto a los que gobiernan.

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