Preguntas que se responden

Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo

Una mañana de lluvia, como la de ayer, me invitó a terminar de leer uno de los últimos libros que me hicieron llegar desde Intercoop, la única editora cooperativa de la Argentina y de América Latina.

 

Se trata de una obra denominada “101 preguntas sobre la empresa cooperativa”, escrita por los italianos Michele Dorigatti y Tito Menzani, pero que en la edición de habla española se introdujeron algunos detalles que tienen que ver con nuestro país, para hacer una comparación equitativa.

 

La obra se centra en la empresa cooperativa e identifica los desafíos en materia de gobernanza, finanzas, derecho y ética, que conciernen a todas las empresas, para mostrar que las cooperativas no son ajenas a esos retos, aunque el principal riesgo para ellas es el aceptar la imposición de conceptos y prácticas directamente contrapuestas a sus raíces y su identidad.

 

A modo de ejemplo, en la pregunta 99, los autores indagan si la empresa cooperativa tiene la característica distintiva de poder adaptarse rápidamente al contexto y qué escenarios se pueden imaginar para el siglo XXI.

 

Así, hipotetizan un escenario representado por tres elementos principales, El primero es un mayor multiculturalismo en la dirección de una sociedad caracterizada por la pluralidad étnica. El segundo elemento es una importancia creciente del capital intelectual y el denominado bien intangible. El tercer elemento es una mayor sensibilidad respecto a las cuestiones éticas, a la necesidad de producir y consumir de manera sostenible, de cuidar el planeta y de los graves riesgos que plantea el calentamiento global.

 

Con respecto al primer elemento -la sociedad multicultural-, los autores destacan que en gran parte del mundo el movimiento cooperativo ha sido intérprete de las luchas contra el racismo y la xenofobia y defensor de una cultura de respeto, cuidado y aceptación e inclusión. Sin embargo, la experiencia de otros países muestra dos modelos antitéticos: el multicultural, más abierto a la gran dimensión y alineado con las tendencias generadas por la globalización, y el étnico, lo que, a la inversa, parece resultar en una economía global y circunscripta, más de protección que de búsqueda de oportunidades. “La tarea más difícil -señalan los autores- especialmente al modelo étnico, es evitar apegarse demasiado a él y estar preparado para evolucionar en caso de un aumento de la actividad”.

 

En cuanto al segundo elemento -capital intelectual y bienes intangibles-, desglosan muchas reflexiones, para concluir que la cooperativa tiene una ventaja en la gestión de todo esto porque es una empresa fundada en las personas y no en el capital y porque tiene más desarrollado el rasgo intergeneracional.

 

Y cuando se refieren al tercer elemento -la ética y la sostenibilidad medioambiental-, Dorigatti y Menzani, precisan que “ha sido, desde hace tiempo, un tema sensible para el cooperativismo, no obstante, la dificultad de trasladar algunos valores a la práctica diaria. Aquí el verdadero problema es la sinergia con las empresas privadas (y con las públicas), porque no es posible que el respeto de los derechos humanos fundamentales y el cuidado del medioambiente se confíen únicamente a determinadas empresas. Las cooperativas deben abandonar la tentación de encerrarse en sí despreciando sus principios, ya que están llamadas a construir un frente común con el resto del mundo empresarial por una responsabilidad económica, social y medioambiental que abarque la mayor cantidad de temas posibles”.

 

Aportes, por medio de 101 preguntas, de dos italianos de cabeza abierta, cuya obra traducida, ya se encuentra en Argentina gracias a Intercoop, la única editora cooperativa de Argentina y América Latina…

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