Grietas, una forma de vida

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

Se vive como se piensa, o se piensa como se vive, cada uno elige la prioridad de las cosas, pero lo cierto es que todos hablamos de grietas y las grietas, son infinitas, están por todos lados, no es cuestión de “cerrar la grieta” como dicen algunos, porque el país en definitiva, es un mar de grietas.

 

En los últimos días se dio el mayor ejemplo de cómo un hecho de relevancia, puede despertar tantas opiniones, sospechas, acusaciones, miserias, escándalos, mentiras, inoperancias y el listado es infinito, todo eso nació desde un “supuesto” intento de homicidio a la Vicepresidente de la Nación, con el “supuesto” por delante, porque justamente es tal el grado de incredibilidad de absolutamente de todo lo que nos pasa, que si algo no está muerto y respira, difícilmente alguien lo haya matado. Exagero? No creo, basta con escuchar las opiniones de la calle y hay más grieta que cualquier grieta que ya existiera.

 

La grieta aparece en todos los ambientes, en el campo surge todo el tiempo, simplemente con la venta de ya casi 6 millones de toneladas de soja para el mes de Septiembre, basta con escuchar a cualquier productor triguero, ganadero o del sector que se elija, para entender que salvo quienes venden, el resto o no está de acuerdo, o protesta por la medida o directamente la ignora, como si esta suerte de devaluación encubierta (representaría devaluar un 40%) no fuera de importancia, allí también hay grieta, allí también hay alguien de un lado y alguien del otro.

 

El país es una grieta constante, si Cristina debe ser condenada o las causas son un invento, si hizo la fortuna que hizo por ser extremadamente exitosa (lo raro que lo hizo mientras ejercía la función pública) o bien se robó todo. Si Lázaro es el testaferro y hay fotos entrando a la Rosada, o si nunca se vieron la cara, como muchos juran y perjuran, mientras nadie sabe explicar de dónde sacó Lázaro todo lo que posee. Si el presidente es o se hace, o si en definitiva, es un simple instrumento de gobierno que encima, tiene quienes lo manejan supuestamente en contra, todo es una grieta.

 

A tal punto existe la grieta, que no hay forma de que en el campo, las entidades no sigan hablando de las entidades. Si Federación Agraria es una entidad que bascula entre la izquierda y el populismo agrario, si Buzzi se vendió, o si la Rural sigue siendo un nido oligarca. O si Coninagro y las cooperativas siempre buscan su conveniencia o si CRA es la más representativa o es una mezcla entre rurales y otros. Lo cierto es que ni siquiera por dentro, tenemos la capacidad de ser empáticos con las diferencias y siempre poner el campo por encima de los propios intereses y los supuestos intereses de los propios asociados.

 

El listado es infinito, interior vs conurbano, conurbano vs capital, Provincia de Buenos Aires vs resto de las provincias, provincias subsidiadas, vs las no congraciadas, peronistas vs el resto, Macristas vs Kirchneristas, Boca vs River, etc, etc, etc, etc. Y los medios hegemónicos vs los medios de la verdad, en esta verdadera demonización de la información, donde los culpables de la corrupción, los delitos, la inflación, la pobreza, las miserias de toda la política, está en los medios, en aquellos que la informan y la muestran, ellos son la grieta, los que la muestran, o me corrijo, quienes la mostramos.  

 

Por todo lo dicho, me considero culpable. Lo dije, lo sostengo, lo promociono y no pienso cambiar una coma: la grieta es un lugar donde vivo muy cómodo. En ella no se acercan corruptos, mentirosos, acusadores, demonizadores, gritones, autoritaritas, populistas, empobrecedores y sobre todo, traidores y agitadores en contra de la constitución y a la justicia. No es tan difícil, si no sentís que estás del otro lado, si no estás incluido en cualquiera de esas categorías, la grieta no existe.

 

Bienvenido, existe un país sin ella!

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