Labure y calle, el consejo de un amigo

Por Carlos Bodanza -  Mañanas de Campo

No soy quien para dar consejos, pero estamos en problemas, por eso me voy a tomar el atrevimiento, de tratar de ayuda en estos momentos de intensa oscuridad, no porque vaya a aclarar algo, sino más bien de buena gente, sabiendo que el fondo de la olla, está cada vez más cerca.

 

Pero bueno, nobleza obliga. Es cierto, tal vez lo que dice la nuevo Ministro de Economía, es real, hay cosas que colisionan con la producción de puestos de trabajo, por eso quiero colaborar en esta patriada y acompañar con el listado de las cuestiones que deberíamos revisar, para no seguir en este triste camino que hemos emprendido desde que el presente –tal vez de los peores gobiernos de la historia- han intentado tomar el mando del país, aunque nunca lo hayan hecho.

 

Lo primero que le decimos a Batakis es que no son los dólares del turismo el problema, no. El gravísimo problema de la Argentina, es que las políticas populistas alientan el desempleo. El hecho de otorgar subsidios sin vencimiento, la competencia de los subsidios con el sector privado, los “mil y uno” empleos estatales, con cargos superpuestos, con una Aerolínea de estado que solo provoca pérdidas millonarias, con oficinas abarrotadas de empleados poco útiles, con secretarias absurdas, con Ministerios ociosos, con cargos y más cargos sin sentido, con todo eso, es difícil que se pueda competir. A la vez, el despido del estado es poco menos que inexistente, las condiciones para trabajar bajo esta premisa –con el respeto de los miles que laburan en serio y con todas las de la ley- pero jamás comparable con la exigencia de un puesto privado. En el estado, salvo alguna carpeta, alguna simple sanción y poca evaluación de competencia, todo parece más sencillo. Está mal? No, pero no es una competencia equiparable.

 

Por otra parte, la falta de incentivos a los privados para que generen empleo y la persecución hasta el hartazgo de aquellos que son capaces de generar empleo genuino, hacen prácticamente inviable el progreso de los puestos de trabajo. Ni que hablar de la industria del juicio laboral, salvo asesinato, lesiones graves o alguna que otra situación poco imaginable, el despido con derecho al empleador es poco menos que una quimera, siempre el empleado tiene razón, falte, robe, mienta, supuestamente se enferme o lo que fuere, el empleador carece de derechos y si se lo hecha, siempre debe hacerlo a la hora de pagar como si fuera el mejor empleado, si eso es justicia, la balanza está claramente fraguada.

 

Por eso estimada Ministro, los dólares que se van al exterior, son un derecho, ese que le otorga todo el séquito político que es el único que posee derechos en este país. Quien asume un cargo político, está salvado de por vida, viajes, viáticos, vehículos, algunos guardaespaldas, empleados a cargo, asistentes, teléfonos, comidas, jubilaciones de privilegio, realmente si un ciudadano de a pie, por irse a Uruguay  unos días, le priva de unos dólares a cualquier político, deme el derecho de festejarlo, pero de ninguna manera atenta contra el trabajo genuino. Y le digo más, si hay alguien que impulsa a salir de este país, es su gobierno. No existe en el mundo la presión y los disparates tributarios que existen en el nuestro, y justamente, están bajo su cartera, revise lo propio, antes de andar señalando de gusto con el dedo.

 

Por último, si tanto le preocupan los puestos de trabajo y el futuro del país, comience haciendo algo para que todos aquellos que huyen despavoridos de estos pagos, encuentren un incentivo a la hora de viajar por aquí, saque el Iva del combustible, de los hoteles, de los restaurants, de los lugares de vacaciones de invierno o de verano, incentive al turismo en serio, cuestiones como el previaje, son en el camino, no se trata de quitarle libertades a quienes justamente en un país libre, desean hacer lo que “les cante” y se lo dice alguien que pocas veces en su vida ha cruzado una frontera.

 

Por esto y mucho más querida Batakis, hable con Alberto, o mejor con Cristina, y hágale entender que mientras siga tironeando de los cueros, solo va a lograr que la cincha se corte, no nos de ni clases de ideología, de turismo y de empleo, porque créame, laburo para hacer le sobra y dudo que pueda arreglar el entuerto que todos los inútiles que tiene alrededor han ocasionado. Haga silencio y labure, que en definitiva, para eso desde el domingo pasado, empezamos a pagarle.

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