De “Teros” y “Cataratas”

Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo

Estamos copados por políticos y sindicalistas “teros” y con problemas de “cataratas” oculares, aunque los mayores casos se registran en quienes tienen a su cargo el actual gobierno, tampoco no se salva la denominada “oposición”.

 

En plena crisis energética, donde en buena parte del país falta gasoil, el principal insumo para cualquier actividad agropecuaria, de logística o industrial, se polemiza acerca del lenguaje inclusivo, como si fuera de vital importancia para la vida de los argentinos. Esto es un clásico de “teros”, que tienen el nido en un lugar y salen a gritar en otro muy distinto.

 

Asimismo, funcionarios del gobierno y los principales líderes sindicales de Camioneros no dicen ni “mu” sobre el problema. No lo deben ver con claridad. Y, aquí, el diagnóstico es cataratas.

 

Mientras los dos mayores productores de trigo y girasol están en guerra, al gobierno se le ocurre nada más y nada menos que intentar mandar al Congreso un irracional impuesto a la renta inesperada, no conforme con lo que saca a puñados con las retenciones a las exportaciones. En esto deberíamos preguntarle al doctor “Nacho” Giner si es un problema de estrabismo infantil o porque son pelotudos y les encanta pegarse varios tiros en los pies, proponiendo una nueva carga cuando se está en plena siembra de fina. Ergo, nuestros esforzados agricultores, que no son tontos, le restan superficie al trigo y apuntan a cebada, lino y otros cultivos.

 

De cualquier forma, pienso que también puede ser una jugada de “tero”, para que todos hablemos de la renta inesperada en medio de una pelea brutal y sangrienta de la coalición gobernante.

 

El presidente de la Nación va a la Cumbre de las Américas y le promete a su par de Chile un aumento significativo en las exportaciones de gas al país trasandino, cuando en muchos lugares no se puede acceder a comprar una garrafa. Además de tener cataratas, ambos mandatarios, seguro que tienen problemas de memoria. Uno, porque no sabe de lo que habla, y el otro, porque no se acuerda que lo que promete Alberto es simplemente eso: promesa.

 

Otro caso de síndrome del tero lo hizo recientemente Gerardo Morales, cuando se la agarró con Macri por sus dichos acerca de que Hipólito Yrigoyen fue el que inauguró en nuestro país el populismo. En vez de estar cuestionando estupideces históricas, debería poner más foco en ser más transparente con el tema nepotismo en la provincia que gobierna y mejor político en la coalición que integra, buscando más unidad y menos cuestiones de conventillo.

 

En fin, creo que los teros, esas aves tan nobles del campo argentino, deberían cobrarle derechos de autor a políticos y sindicalistas por querer imitarlos. Y, por otro lado, les recomendaría a muchos de los denominados “representantes del pueblo argentino” y a los que dicen representar a los trabajadores argentinos, que no les vendría mal visitar a sus oftalmólogos porque seguro que su falta de visión no es más que un problema de “cataratas”.

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