Participar

Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo

Poco a poco nuestra sociedad va despertando de una siesta que se extiende desde 1989 hasta hace muy poco.

 

La profundización de la desigualdad, la falta de respuesta a una inestabilidad económica que no tiene fin y que se evidencia en la desocupación y los retrocesos sociales, además de una paupérrima base educativa que diluye aspiraciones genuinas llevó a minar la confianza en las instituciones de la República, prostituidas por una casta política cuyo objetivo es vivir del Estado como si fuera un bien ganancial.

 

Muchos ciudadanos despertaron y el voto de las últimas PASO produjo conmoción en quienes, desde el reinicio de la nueva etapa democrática, ven en el poder una suerte de patente de corso, sin importar lo que significa la Democracia como concepto ni tampoco como práctica.

 

Para muchos de los analfabetos que hoy están ejerciendo cargos públicos, llevados por el voto popular o nombrados por éstos, bueno es recordar la expresión que encontró Abraham Lincoln para el concepto y la acción de la Democracia, al decir que es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Y para el filósofo y pedagogo John Dewey, la democracia es una forma de vivir en sociedad, lo cual implica reciprocidad, propósitos comunes e intereses compartidos.

 

Nuestra República Argentina necesita más participación para sacar por la vía democrática a estos ignorantes que se dicen políticos y se escudan en sus fueros para hacer toda clase de tropelías. Participar no significa hacer presencia. Significa plantearnos objetivos, diseñar mecanismos y caminos que nos permitan alcanzarlos y ejercer el control, para ver si efectivamente hemos llegado a lo propuesto.

 

Participar es mucho más que sentarnos en una silla y acompañar la decisión que están tomando otros. Participar quiere decir ser profesionales en la tarea que estamos desarrollando, tener pleno compromiso, capacitarnos, conocer de la materia específica de la que hablamos.

 

Participar nos debe quitar el sueño para que nuevamente seamos una República en serio, con instituciones serias donde se pueda dialogar, consensuar y ejecutar políticas públicas de largo plazo y no parches como los que hasta ahora se han legislado. Participar es lograr que la Justicia imparta justicia a través de un cuerpo judicial probo e independiente, y alejado de toda tentación de servilismo al poder de turno. Participar nos hará visibles y nos permitirá hacer visibles a nuestros semejantes, para escucharlos atentamente, atender sus demandas y llegar con soluciones concretas y no con verso, como hasta ahora. Participar es servir y no servirse de los demás en provecho propio.

 

Participar es el verbo que debemos comenzar a acuñar en nuestras mentes, en nuestros corazones y en nuestras acciones.

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