Tan lejos y tan cerca

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

“Señor, danos lluvia y algo de suerte, nosotros haremos el resto”. Una frase que por estos pagos, se utiliza casi como un legado, algo que para los productores del sudoeste, es el pan de cada día. Luchadores, emprendedores, soñadores como todos y cada uno de los agricultores, la frase sin dudas debería haber nacido por estas latitudes.

 

Localizada en los estados de Montana y Utah, 'Yellowstone' narra la vida de la familia Dutton, con John Dutton (Kevin Costner) a la cabeza, quien controla el mayor rancho de hacienda de los Estados Unidos. En medio de cambiantes alianzas, asesinatos sin resolver, heridas abiertas y respeto ganado a base de esfuerzo, el rancho está en constante conflicto con sus fronteras: un pueblo en crecimiento, una reserva indígena y el primer parque nacional del país. Esta serie, tiene poco de ficticio, mucho de real y créanme, todo de universal.

 

Los Dutton enfrentan problemas que tal vez, nadie imagina que en el primer mundo puedan ocurrir. Los pumas y nuestros zorros, son los osos y los lobos de las montañas de Yellostone, los indios son casi los mismos que los de nuestro sur argentino, donde resulta que los nativos andan en poderosas camionetas, tienen anillos de oro por doquier y no dudan un instante de enfrentar a cualquiera, sabiendo que la política y cierta sociedad llena de pruritos, siempre realiza el patetico ejercicio de querer vivir la historia con justicia e igualdad, 200 años después. Imposible, pero lo hacen.

 

“Nada más lindo en la tierra” le dice uno de los vaqueros a su patrón observando el rodeo en el medio de la pradera “Es lo más libre que un hombre puede ser”, contesta para que el vaquero prosiga “te hace preguntarte quién alimentará este mundo cuando no quede ninguno de nosotros”?...a lo que Dutton contesta, “Nadie, este mundo pasará hambre”. Tal vez, mucho de lo que los productores intentan mil veces explicar, se resume en ese breve diálogo.

 

Por estos ranchos, nada es diferente: matar un oso para salvarse la vida, o matar un lobo que desayuno una docena de vacunos, es digno de investigaciones judiciales, movimientos proteccionistas, presiones políticas, etc, etc, cualquier parecido con la realidad, no es mera circunstancia. En Montana como en Chasicó, los políticos están siempre atentos de un campo en venta, ajenos a todo, aparentemente no hay ni siquiera cuestiones impositivas que los frenen, solo es cuestión de aliarse con quien haya que hacerlo y con eso generar negocios, a costa de un rancho, de varios y como en el caso de Yellostone, de un pueblo entero, “si es necesario, haremos que todos y cada uno de ellos nos terminen vendiendo”, asegura un poderoso empresario en conversaciones con la gobernadora de turno, que se debate entre mantener la historia de un lugar, sus pobladores, sus rancheros, sus ingresos, o dejar que se arme un gran centro de esquí, un aeropuerto internacional y el sitio desaparezca como alguna vez se forjó durante años.

 

Se roba hacienda y a lo grande, se entra a los campos con camiones, cargadores, se cortan alambres, allá, hay un constante problema con animales salvajes, como los búfalos que no respetan un solo perímetro, sin embargo, nadie puede tocarlos. A partir de ello, mueren animales por entrar en potreros con alfalfas, o desaparecen docenas de vacunos. Les suena la historia con cimarrones en Tornquist, con chanchos en las sierras o ñandúes aquí a la vuelta?

 

Para finalizar en medio de una campaña donde Dutton representa a los agentes ganaderos, nuestra policía rural, en una cena finaliza diciendo, “Desde 1886, cada Dutton que murió, fue enterrado a 300 metros de mi galería trasera. Desde mi tatarabuelo hasta mi esposa y mi hijo mayor, cuando un árbol crece en mi campo, se exactamente qué lo alimentó y eso es lo mejor que podemos esperar, porque nada de lo que hacemos es para hoy. La ganadería es el único negocio donde la meta es cubrir los costos. Sobrevivir a otra temporada. Durar lo suficiente para que tus hijos continúen el ciclo y quizás ahí, solo quizás, la tierra siga siendo suya cuando un árbol brote de ti.

 

Señor,  Señor. Danos lluvia y algo de suerte, nosotros haremos el resto”

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