Independientes del poder

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

La semana agropecuaria no tuvo desperdicio, tras recibir hace apenas unos días atrás las lluvias tan deseadas, el cambio de ánimos no se hizo esperar. Obviamente lluvias a principio de Septiembre, todavía sin grandes calores, los cultivos a la espera y la hacienda atravesando su momento más crítico a la hora de los forrajes, toda aquella angustia, se revertía. Es cierto, no fue para todos, el sur aún espera dramáticamente la llegada del agua, pero al achicarse la zona de “malaria”, el ánimo es otro a pesar de todo.

 

Por eso lo del domingo pasado fue un catalizador inmediato, el lunes la “peluquería” agropecuaria estalló de lleno: no hubo Agronomía, remate feria, corralón, Veterinaria y hasta camino vecinal en la pasada, que “el tema resultado de elecciones” pasara por alto. Creánme, más de uno, frenó para saludar al vecino, paro en la tranquera a charlar, se acercó hasta el límite del alambre de al lado, para comentar lo ocurrido.

 

Los primeros vestigios se vieron en los remates, si bien no hubo un gran cambio: el precio del consumo no mueve, la vaca…la vaca se exporta –dejo la pregunta…-, los toros volaron, la invernada jamás dice basta y la burbuja ganadera que significan los remates de reproductores, sigue adelante con su derrotero triunfal. Es increíble ver que todos esos tipos que invierten en la mala, en el cambio de aire, les cambia el semblante. Charlas, risas, consultas, ofertas, el remate parecía un pueblo en marcha. Negocios e ilusiones, se conjugan en el encuentro, tal vez por eso, más allá del extraordinario funcionamiento de los remates webs, la feria es la vida social del ganadero.

 

Y allá fueron los otros, si solamente con lluvia, se atrevieron a un fertilizante que explota en dólares, si solamente con agua enfrentaron una vez más un gobierno que hoy tiene las retenciones que tiene, pero mañana quien sabe….solamente con lluvias, salieron los mosquitos, las fertilizadoras, no hubo campo sembrado donde algo no se moviera. Y la reacción se vio, ya es muy fácil diferenciar en el estadio actual, la cebada o el trigo fertilizado, contra el que no lo está. Hoy invertir en una pulverización, es solo para corajudos y está lleno de gente con “muchas pelotas” puestas en este bendito sector, que con gobierno, con Alberto, con la “psicópata tirana” o con quien sea, siguen yendo para adelante.

 

Por eso el campo es maravilloso, no solo por trabajar la tierra, no porque criar animales nos haga más sensibles o diferentes, ni siquiera por la capacidad de cada uno de afrontar desafíos, sino principalmente por el espíritu emprendedor, por ese que sin dudas ha forjado al productor a entender que todo el tiempo volvés a empezar, toda cosecha que termina, toda jaula de gordos que sale del campo, es un reinicio, es un nuevo comienzo, y eso es exactamente lo que cada productor tal vez, sintió hace una semana atrás, cuando debajo de toda la basura que ronda en torno a la política, volvió a crecer una esperanza. Si, una esperanza de que la gente, no se arregla con un asado barato, que el común de la gente, no compra todo el humo y la mentira que le venden y sobre todas las cosas, que a pesar de los millones de subsidios que le tiran por la cabeza a más de uno, todavía hay muchos que sueñan con un trabajo, que pretenden ser lo digno que este gobierno, pretenden que no sean. No se puede vivir culpando al resto, de lo que uno mismo es incapaz.

 

Tal vez dentro de todo este reinicio, no estaba en los cálculos la vuelta de u  Ministro que ya estuvo y que ya no funcionó, eso fue Domínguez. Pero el campo funcionará sin el, como lo hizo con un Ministro que supuestamente trabajando para el campo, no quería al campo, ni a la producción, ni a la carne, ni a todo lo que significara simplemente laburar, realmente no era su perfil. Por eso a esta altura, pongan a quien quieran, saquen a quien gusten o mejor aún, no pongan a nadie. Seguramente cuando nadie de este gobierno haga nada por el campo, será sin dudas, el mejor momento para el sector.

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