El secreto mejor guardado

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

Que sabe el campo que el resto no sabe? Es una pregunta que me vengo realizando por estos días. Hay algo que ellos conocen que aparentemente nadie en la Argentina aún se han enterado. Mucho he pensado, he analizado y creo tener la respuesta, sin embargo seguramente hay algo más que no he logrado descubrir.

 

El mundo está en pandemia, el país está más en pandemia que cualquier mundo, por qué lo que en el mundo se resuelve, acá se complica, nadie duda que no puedo haber un peor manejo político y sanitario de las cosas. Somos número uno en hacer todo mal, no caben dudas. Sin embargo, el campo oculta algo que el resto desconoce.

 

Mientras tanto el país está fundido, quebrado, destruido y desde el gobierno solo “azotan” a los privados, para que hagan esfuerzos sobre los esfuerzos, para que paguen impuestos sobre los impuestos, para que el sector político señale con el dedo a todo el mundo, total, ellos viven “de arriba”, a esta altura decirle trabajo a hacer política en la Argentina, es casi una falta de respeto a los laburantes. Pero el campo, sabe algo que el resto no.

 

El gobierno según un estudio realizado por la Bolsa de Cereales de Rosario, se queda con el 62% de lo producido en soja y trigo, esto sumado al tipo de cambio y retenciones, con todo el paquete impositivo. Sin embargo, los productores acaban de comenzar una fuerte campaña de siembra de trigo, siempre con la espada de Damocles de las retenciones que significa un gobierno que solo sabe recaudar, sin achicar sus gastos en absolutamente nada. Sin embargo, hay algo que los agricultores deben saber que el resto no conocemos.

 

Mientras tanto las exportaciones de carne siguen cerradas, con el gobierno apretando frigoríficos para que la carne esté barata, sin importar la inflación que genera una emisión constante, un aumento repetido de tarifas, de combustibles, etc, sin embargo, la invernada en estos últimos diez días, voló. Precios para arriba, demanda y como si fuera poco, los vientres también se valorizaron, como si de repente hay más criadores pensando en que hay que aumentar los rodeos. Hubo créditos? Volvieron los plazos? Nada, estos tipos algo traen entre manos.

 

Una docena de reuniones entre gobierno y frigoríficos, un pedido de audiencia al presidente, total y completamente olvidado, un cierre de vaca China, un producto que no comemos, que genera divisas para el país, que nos une con China. Por ahora, tirado a la basura y en el mientras tanto, comenzaron las ventas de cabaña y los toros se volaron, pedigrees, controlados, registrados, todos para arriba, todos marcando un ánimo basado en…un nuevo plan ganadero? No, no hay nada. Un crédito para impulsar la ganadería? No tampoco. Y los vientres? Todo vendido, todos compran, nadie se guarda nada y el tren genético no detuvo su marcha, ni por exportaciones, ni por mostradores, ni por góndola, ni por nada. Estos gauchos algo saben que nosotros no, no puede haber otra forma de entenderlo.

 

Por eso después de pensarlo, analizarlo y volver a preguntármelo, el campo sabe algo que muchos no, de ahí que en el medio del peor contexto van para adelante, sin gobierno y hasta a pesar de él. El campo solo sabe mirar para adelante, en su siembra, en su cosecha, en sus partos, en todo lo que lo apasiona y nadie puede quitarle. El productor cree en lo que hace, tiene una fe ciega en sí mismo, en lo que el genera, en lo que el sabe hacer y eso, nadie puede quitárselo, por eso confía mil veces más en un ternero que en un billete, está más seguro con un silo lleno de granos que con una caja fuerte en un banco.

 

Tal vez el campo se cansó. Pero no solo se cansó de los despropósitos, de las mentiras, de la recurrencia de usarlo como el respaldo de todas torpezas económicas. No solo de eso, se cansó de las medidas que tomen, ya ni en eso creen, ni siquiera en lo que tienen en contra. El campo, solo cree en si mismo y ese sin dudas, es su mayor fortaleza para siempre, seguir mirando hacia adelante.

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