Animales

Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo

Juro que me asomé varias veces a la habitación donde tengo mi “refugio” de trabajo, cerrado por coronavirus. Sí, el chinito me encontró o yo fui al encuentro de él. Tengo que confesar que no fue amor a primera vista. Alguien me avisó que ya tenía -como en el tango “En esta tarde gris”- “este amor clavado en mí”.

 

En fin, aún vacunado con la rusa, no es agradable convivir con el chino. La cuestión es día a día. Yo todavía no he salido de esta situación, aunque uno va notando leves mejorías y en otros momentos algunos atrasos. No les voy a mentir: ni bien me enteré, que había estado en contacto estrecho con una persona con Covid, se me vino el mundo abajo, y más aún cuando el resultado del hisopado decía en negrita “Positivo”.

 

¿Qué hago? Duermo, me siento en el sillón a leer o a mirar alguna serie o la programación de Animal Planet, con tal de no ver a los Animales que nos gobiernan, porque sus acciones también me levantan la presión como el chinito.

 

Cuando hablo de estos Animales que nos gobiernan o gobiernan otros países impresentables, en una de las lecturas, me encontré con un reportaje al historiador israelí Yuval Noah Harari hablando de la pandemia. Señaló: “El verdadero antídoto contra la epidemia no es la segregación, sino la cooperación. En los últimos años, los políticos irresponsables han socavado deliberadamente la confianza en la ciencia, en las autoridades públicas y en la cooperación internacional. Como resultado, ahora nos enfrentamos a esta crisis desprovista de líderes mundiales que puedan inspirar, organizar y financiar una respuesta global coordinada”.

 

Más adelante, Harari, advirtió: “Cuando los humanos se pelean, los virus se duplican. En cambio, si la respuesta es una cooperación global más estrecha, será la victoria no sólo contra el coronavirus, sino también contra todos los patógenos futuros”.

 

José Hernández, en su famoso “Martín Fierro” también lo advirtió hace casi 150 años, cuando afirmó “si entre hermanos se pelean, los devoran los de ajuera”. Parece que nuestros Animalitos políticos, no leen ni los libros ni la realidad, y cuando se quieran dar cuenta los acontecimientos se los llevarán puestos.

 

Les pido disculpas. Los dejo porque ahora viene un programa de felinos. Al menos, ellos cazan para vivir y no viven para cazar, como los Animales argentos que nos esquilman con impuestos, con trabas a las exportaciones, y se roban las vacunas.

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