Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo
Todos hablan de trigo, todos hablan de carne, todos, menos el gobierno que parece siempre incómodo, ante el éxito productivo de nuestros principales emblemas agropecuarios. Hacemos bien en hablar de ellos? Tal vez no, tal vez ni el gobierno, ni el país y aunque duela decirlo, ni la sociedad, se merece el esfuerzo que el sector agropecuario realiza, para ser defenestrado a la primera de cambio.
En el caso del trigo, hay mucho lobby de fondo. Por un lado, los precios internacionales invitan a la siembra, aunque los precios internacionales, no tengan nada que ver con los precios que recibe el productor. Nada que ver. Justamente, el estado, se queda como siempre con la mejor tajada, aunque veamos al hipócrita del Presidente, decir que “el estado no puede siempre hacer el esfuerzo, lo deben hacer los privados”. En serio lo dice? Cuándo el Estado hizo un esfuerzo? En qué momento alguno de todos los cómodos políticos que integran los poderes hicieron un esfuerzo por la ciudadanía? Por favor Fernández, no nos insulte, su pobreza intelectual y su descaro, rozan la más baja de las mediocridades.
Ese lobby suele ser peligroso, con Bolsas, Cámaras, Puertos, todos incentivando una siembra que debería ser importante, es cierto, sería muy bueno para todos, en primer lugar para el país. Pero saben que? Aprendí a desconfiar de este tipo de cuestiones, con un Estado que jamás se hace cargo de nada, no sería extraño verlos esperar de perfil bajo la siembra para luego ir con sus clásicas movidas corriendo el arco con la siembra realizada. En cebada, pasa algo parecido: todos impulsan la siembra, todos hacen lobby, pero después, a la hora de “ponerla”, habrá uno solo, el productor. Por eso, que cada uno haga sus números, que cada uno haga su negocio, pero que nadie piense que el país tendrá un beneficio, porque será mentirse a si mismo. En definitiva, que cada uno haga lo más conveniente para si, ya vimos que el Estado no hará un solo esfuerzo.
Con la carne las cosas están peores, porque lamentablemente, quienes durante años criticaron lo ocurrido en la economía, hoy solo ven como el barco se hunde día tras día y las únicas pobres y tibias ideas, no pasan por aumentar la producción, no ven en grande lo que ya es grande, justamente nuestra producción ganadera, ejemplo de cómo a pesar de 12 años de Kirchnerismo destructor, fue capaz de levantarse, recuperarse, volver al mundo y ser líderes en exportación.
Pero no, quienes son los culpables, solo buscan culpables y hoy culpan al ganadero, al carnicero, al frigorífico, a la exportación, a China, a cualquiera, cuando el único responsable de los precios y de la inflación, es la falta absoluta de conocimiento de “qué es lo que hay que hacer” con una economía que no saben y parecen no saber manejar. Entonces, la carne está cara, los privados la suben, la inflación la genera el sector, comemos carne más cara que en Francia. Hasta dónde un dirigente –el principal ni más ni menos- puede tener tal grado de descaro y discurso barato, de querer hacerle creer a alguien que los 10 mil pesos que vale un lomo en Francia, se equiparan a los mil que valen por estos pagos? Como si esto fuera insuficiente, para poder responderle a este títere que sostienen en la Rosada, recuerde: gracias a usted y su falta de capacidad, hoy estamos ante el menor consumo de carne de la historia Argentina. Se dio el gusto, quedará en la historia.
Por eso, me queda resonando en la cabeza: “el estado no debe hacer el esfuerzo”. Esa es la opinión del presidente, no debemos ni podemos permitir olvidar que toda esta casta política, es la que nos pide esfuerzos, la que invita a que todos se encierren, total, ellos seguirán viviendo de todos nosotros. Y es cierto, la culpa no es del estado, es de todos nosotros de no empezar a hacernos cargo, de esta verdadera barbarie que nos hacen vivir.
La culpa no es del lobo, es de todo el rebaño que no reacciona. A joderse.
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