En tercera persona, siempre es más sencillo

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

Mientras aún hace ruido el retrógrado proyecto de un “impuesto a la riqueza”, donde disfrazado de aporte solidario extraordinario, deja al desnudo lo limitado que pueden ser algunos pensamientos a la hora de ser justos en un país donde la palabra justicia, suena siempre a mamarracho. Claro, los legisladores y los políticos en general, tienen la particularidad de hablar en tercera persona: “tenemos que hacer un esfuerzo”, “tenemos que ser solidarios”, “tenemos que pensar en los que menos tienen”. Siempre, todo está visto en algo más, porque si hay algo que jamás hemos visto, es el verdadero sacrificio de toda la clase política en su conjunto.

 

Hoy con un país con una crisis inédita, con un dólar que no encuentra su techo, con un peso destruido, con un gobierno completamente perdido y sin ideas, ni de salud ni económicas, no existe hasta ahora una sola iniciativa de todo el arco político, de qué hacer con un aparato estatal gigante, en medio de una crisis sin precedentes. Mientras tanto, concejales, diputados, legisladores, juegan al “Zoom” mientras el resto, nos jugamos –literalmente- la vida.

 

Por eso me gustaría proponer algo más, en estos días de tanto descalabro, total uno más no hará la diferencia. Sino veamos lo que ocurre con Heller donde por primera vez veo al sector agropecuario, no ser tan hipócrita, porque es sano y necesario, no solo decir y denunciar, sino hacer, poner en práctica. Quién dijo que es bullyng o escrache, no apostar por alguien que decididamente está contra tus propios intereses? Esto es como la absurda lógica, de que quien no vende sus granos especula. En serio me hablan? Alguien alguna vez se le ocurrió enviar un pedido de cuentas o compras de dólares de políticos Argentinos en pandemia? Por qué no enviamos un proyecto para que cualquier persona en este país que ocupe un cargo público, no liquide inmediatamente todos sus dólares en clara muestra de solidaridad ante quienes en definitiva, le pagamos el sueldo, o más bien, sus suculentas dietas? Claro, me olvidaba, es en tercera persona, jamás quienes denuncian, pueden poner lo suyo a disposición.

 

Nadie duda que hay mucha hipocresía a diario, por eso me parece muy sano que el campo, que los productores, repudien con sus propios patrimonios, a quienes entorpecen, chicanean y hacen del discurso demagógico, supuestamente política. Pero cuidado, esto también debería ser válido para otras cuestiones. En más de una ocasión, pongo el ejemplo de que los mismos que insultan y denuncian el robo de una propiedad, son los que días antes, compraron un televisor o un teléfono a precios que solo malavidamente, podrían obtenerse. Lo mismo cabe para la compra insumos, si alguien comprobadamente por la justicia y hasta arrepentido ante la misma por corrupción, vende hacienda, por qué no actuamos en consecuencia, sin comprarle un mísero centavo, ya que por todos es sabido, que su producción es hija de la corrupción. Sin embargo, somos hipócritas, nadie le da a la espalda, porque sus propios intereses a veces están en juego.

 

La peor cara de esta pandemia para estos pagos en materia ciudadana, ha sido sin lugar a dudas el mensaje constante de que debe haber más grietas que las que ya existían y las mismas, son una y otra vez impulsadas desde la política. Primero, denunciando anónimamente si alguien violaba la cuarentena, luego poniendo a los pro y a los anti cuarentena en una lucha sin sentido, nacida claramente en la total ignorancia de que hacer ante las cuestiones de salud jamás resueltas en estos 8 meses. Por último, intentando que todo el resto sea solidario, buscando que la solidaridad sea obligatoria, cuando esta debería partir del propio estado.

 

Ya no se trata de un virus, se trata de algo peor: el perverso juego del poder, de la justicia a conveniencia y sobre todas las cosas, de señalar siempre a otros, para que no los miren a ellos mismos.

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