Observadores, en primera persona

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

Una vieja publicidad describía el día tras día de un internado, donde cada jornada, se llevaban a un muerto de su habitación, mientras solo observaba como las cosas pasaban. El remate era contundente: “el próximo, podes ser vos”. Discutible, con más o menos componentes, es exactamente lo que hacen gran parte de los productores agropecuarios a la hora de defender sus derechos, su producción y hasta últimamente, sus pertenencias. Solo el relato de lo que ocurre, el compadecimiento con “el vecino” y candado a la tranquera.

 

Alguien se imagina que todos los días algún camionero le incendien intencionalmente el camión, le saquen la lona y se estropee su carga, le revienten todas las cubiertas, que todo eso siempre lo tenga que pagar solo el camionero y que el sindicato que los representa no haga absolutamente nada? No para nada, las rutas serían un caos, habría piquetes y camiones parados por doquier, protestas indefinidas hasta que las autoridades reciban a Moyano y compañía, dándoles las soluciones inmediatas. Que quieren que les diga, no me gustan los sindicatos, los gremios y todo ese tipo de agrupación que en la Argentina- de una forma u otra- son casi asociaciones ilícitas, donde varios se llenan de plata y en general, el resto solo somos rehenes. Pero saben que? Me encantaría que quienes me representan, al igual que sus representados, se parecieran mínimamente a la hora de ser corporativos.

 

Por estos días ya se perdió la cuenta del número de silobolsas siniestrados, de tractores ultrajados, de cubiertas rotas, de propiedades privadas mansilladas, de toda una serie de cuestiones que más allá –hay que decirlo- que en ocasiones pueda tratarse de eventos particulares, despechos u otros, el modus operandi nació desde la ideología de unos cuantos idiotas, pseudoplaudidos por la ultramilveces procesada Vice presidenta, parece ser la forma de que en el campo, se debatan los problemas que en el resto de las cuestiones, son poco vistas en la vida cotidiana.

 

Acaso cuando echan un empleado, prende fuego la fábrica? Le tira ácido a la pintura del auto del gerente? Si un empleado no es tomado por alguna empresa, al otro día aparecen los vidrios rotos del edificio? Tal vez, pueda pasar porque siempre hay un loco, pero parece ser que al campo, le tocaron todos los locos juntos. Es claro: mientras desde el gobierno no haya un claro repudio (y no lo va a haber….), mientras que la justicia sea tan vil como el más delincuente ( y no lo va a dejar de ser….)  y mientras el propio sector agropecuario no se haga cargo de que el problema del vecino, también es su problema, acostumbrémosnos a que estos hechos, sean cada día más usuales.

 

“Yo solo se producir, no me meto en política y no me interesa”. “Las entidades no sirven para nada, no representan a nadie”. Dicho hasta el cansancio, sin dudas son la auto-profecía cumplida. Ya ni siquiera se trata de participar en política y enterarse tal vez, que las entidades, son compuestas por los propios, no son marcianos que producen en Saturno. Si el campo pretende que lo respeten, en algún momento debe comenzar por respetarse a sí mismo, no vivir esperando que siempre sean “los otros”, los que solucionen sus propios problemas.

 

Se acabó el momento de seguir esperando, que venga el estado a hacer lo que seguramente bajo esta ideología, no va a hacer. El fuego no lo apagarán los bomberos voluntarios que están a cien kilómetros, seguramente lo apagarán tus vecinos. La seguridad de tu campo, de tu silobolsa, no te la dará el estado, la darán tus vecinos. La representación, no las dará una entidad, la darán tus vecinos. Los caminos no los va a arreglar el municipio ni vialidad nacional, los terminarán arreglando tus vecinos. Enterate, tus vecinos, junto con ellos, sos vos mismo. O sigamos así, como en la publicidad del comienzo, el próximo seguramente seas vos.

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