Oídos sordos

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

Ojalá me escuches, hoy te quiero hablar a vos. Se que tal vez no me puedas oir, quizás no te interese escucharme, pero vivimos los dos acá y como compartimos el lugar, estaría muy bueno más allá de opinar diferente, poder escucharnos.

 

Lo primero que me gustaría preguntarte, es por qué tanto odio? En qué momento un productor, un chacarero, alguien que viene del campo te hizo algo? Estoy prácticamente seguro, que no tenés respuesta, que el único problema es haber escuchado una y mil veces que son terranientes, que son oligarcas, que son fachos, que la levantan con la pala, que especulan, que la historia de la Sociedad Rural, que tienen una cuatro por cuatro.

 

Te cuento que todo eso que te han dicho –porque vos lo escuchaste, porque hay cientos que se han dedicado los últimos años a repetirlo, sin siquiera tomarse el trabajo de comprobarlo- es parte de una historia que ya no existe. Seguramente también habrás visto algún video, o te cruzaste con un tipo en la televisión protestando, “llorando” como dicen por ahí porque les llueve, porque tienen sequías, porque se levantan temprano, tenés toda la razón, porque eso seguramente, sumado a lo que te dijeron, te debe molestar. Porque seguramente vos también te levantás temprano, o a vos te ocurre que se te llueve el techo, o se te rompió el baño y no te alcanza la guita, nadie niega que tengas tus problemas.

 

Por todo esto, te quiero contar otra cara, otra mirada de las cosas, para que vos que sos un tipo normal, que labura, que se rompe “el traste” todos los días, que soñás seguramente con un país mejor, entiendas que dándole la espalda al campo y apoyando un discurso que atrasa apenas 100 años, estás apoyando un montón de gente, que no labura ni quiere laburar, que su mayor ambición es protestar, es levantarse e ir a un piquete que ni siquiera fue por motus propio, que fue porque le pagaron, que protesta porque labura de eso, que es un delincuente, porque así se le llama al que se mete en una propiedad privada, que rompe una propiedad privada y que encima, esa rotura que causa, le provoca un gran daño al país, porque todos esos granos que no podrán venderse, son parte de la plata que el estado no tendrá y que esos mismos parásitos, querrán después para sus eternos subsidios. A ellos ni les hablo, no vale la pena, serían incapaces de escuchar, ni a mi, ni a vos, ni a nadie, ellos no quieren este país, quieren a Cuba, a Venezuela y sueñan pavadas de otra época, de países que ya no existen, porque si fuera tan soñado, se hubieran ido hace rato a disfrutar de esas supuestas maravillas y no seguirían aquí, intentando destruirnos.

 

Con un solo ejemplo, me gustaría que entiendas, que es un productor agropecuario: la vaca da leche, es algo que habrás escuchado alguna vez. La vaca, no da leche, o si, la da para su ternero, porque alguien le puso un toro, alguien atendió ese ternero, pero alguien principalmente, la ordeñó. Y no es para darte leche a vos, es para venderla, pero para eso, la tiene que alimentar, tiene que producir pasto, porque no hay en todos lados, la tierra no da trigo, no da maíz, la vaca no da carne. Alguien labura y la produce, insisto, es un negocio, como el laburo que vos haces, no es gratis, pero si vos o el no los hicieran, nada de eso existiría.

 

Hablar del campo, me llevaría una vida, porque eso es el campo, es vida en movimiento, en gente laburando. Cada granizo, cada inundación, cada sequía, no es un tipo llorando, es una pandemia con una cuarentena que impone el clima, es el mismo coronavirus que vos vivís una sola vez en tu vida y ese gaucho, vive cada año.

 

Ojalá estas pocas líneas nos sirvan para acercarnos un momento, sin odios, sin grietas sin rencores. No pretendo ni que nos quieras, ni mucho menos, solo te pido un mínimo de respeto y que toda ese “verso” que te han vendido, en algún momento, lo veas por vos mismo. El futuro del país, es tuyo y es nuestro, pero para que ese futuro exista, es necesario que en algún momento empecemos de una vez por todas a distinguir quienes lo construyen y quienes todos los días, están trabajando para destruirlo. De vos y de mi dependen, si es por ellos, no hay futuro.

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