Encontrar oportunidades

Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo

Hace unos años, en oportunidad de un Congreso realizado en Macachín, provincia de La Pampa, conocí Guillermo Echevarría, un Coach Ontológico y experto en entrenar a directivos en habilidades del liderazgo, negociación, supervisión y estrategia.

 

Guillermo tiene muchas historias de vida, que las ha trasladado a un libro llamado “Cómo hacer que las cosas pasen”, donde pone su granito de arena para que muchas personas puedan volver a soñar y animarse a atravesar los miedos para realizar sus sueños.

 

Limpiando la biblioteca, me encontré con este libro que Guillermo me había obsequiado de regreso a Bahía Blanca, donde él tenía que tomar un avión para Buenos Aires y yo alcanzar la paz del hogar luego de dos días de intensas presentaciones.

 

Los espacios que brinda el aislamiento social, la recreación física y el trabajo a distancia -y que yo me tomo como sagrado para la buena lectura- me permitió volver a releer este material escrito por este conocido coach y me hizo reflexionar ante el imprevisto despliegue de este virus que pide ciudadanía planetaria y cuyas consecuencias está trayendo innumerables situaciones que afectan a la salud, aunque también lo social, económico y político.

 

En uno de sus comentarios Guillermo señala algunos conceptos que nos podrían ayudar en este aislamiento. Dice: “Estate alerta. Mientras solo veas problemas en una situación, es posible que te encuentres ¡defendiéndote de las oportunidades! Frente a un problema no solo podemos resolverlo, también podemos disolverlo. Pero ¿cómo es posible disolver un problema que, hasta hace cinco minutos, nos estaba volviendo locos? Es posible porque los problemas no son cosas, son planteos. ¡Y es por eso que podemos replantearlos! De hecho, los problemas no existen independientemente de nosotros. Somos nosotros los que llamamos problema a una situación que no esperábamos encontrar”. Y remata Guillermo: No hay problemas sin miradas problemáticas.

 

Es cierto que después de más de un mes de estar aislados -salvo algunas excepciones en trabajos considerados esenciales- algunos se deben encontrar como fieras encerradas en una jaula. Primero y principal, no debemos perder el enfoque o el propósito de esta medida: la preservación de la vida y de mantener en funcionamiento estable al sistema sanitario en caso de tener que asistirnos.

 

Muchos hoy estarán exponiendo sus diferentes puntos de vista al respecto, tratando de encontrar algún justificativo como para evadir esta corresponsabilidad social que tenemos. “Pero ¡cuidado! Los puntos de vista pueden ser muy peligrosos. Son auténticos magos capaces de hipnotizarte y hacer confundir sus trucos de ilusionismo con la verdad”, nos recuerda el coach Guillermo.

 

Ante esta situación, debemos convertir los imprevistos en oportunidades. Esto no consiste en ser positivo negándonos a mirar lo que no está funcionando. Se trata de aceptar que algo no funciona como esperábamos y, sin embargo -nos indica Guillermo-, preguntarnos con insolencia: ¿Y si este cambio fuera una ocasión de llegar aún más lejos en mi objetivo original?

 

“Cuando la oportunidad toque tu puerta, en lugar de empezar a desperezarte, dale a tus sueños una calurosa bienvenida”, concluye Guillermo.Yo, a través del libro me reencontré con la esencia de Guillermo Echevarría, pero cuando entramos a las redes sociales nos encontramos con muchos ejemplos de personas que, a las que la llegada de este virus, más allá de causarles algún temor, encontraron la oportunidad que ser solidarios, de iniciar un pequeño negocio familiar, de reinventarse desde lo interior, de encontrarse con sus seres más cercanos, de descubrir un libro olvidado en los estantes de su biblioteca, de acercarse a través de las redes sociales a personas que hacía mucho no se daba el tiempo de visitarlas… Tantas cosas!!!

 

La vida es un desafío constante. El que no arriesga no vive…

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