Los milagros comienzan en tu propio arbolito

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

Estimado Santa, me imagino que a estas alturas estarás muy atareado con los últimos aprontes para disponerte al reparto, pero no quería dejar de escribirte, más allá de que a mis cuarenta y unas cuantas monedas, ya no debo estar entre tus prioridades. Pero para ser sincero, soy de esos que todavía insisten con soñar, con poder creer, con pretender un renacimiento de las cosas, por eso aprovechando la Navidad y esta ilusión de nacer en el niño Jesús, me atreví a pedirte algunos obsequios.

 

Lo primero que querría es paciencia, porque la verdad en pocos días de este ya anticipado gobierno funesto que comienza, la perdí absolutamente toda. Indudablemente mi umbral no se maneja por resultados o por logros, se maneja con las formas y si hay algo que caracteriza a esta verdadera sub -especie (no califican como personas) de políticos gobernantes, es la absoluta y total falta de respeto hacia todos los ciudadanos.

 

Será posible que en el arbolito de estos sujetos puedas llevarles algo de dignidad? Estos gauchos, no la tienen, son todos una manga de caraduras, chupasangres, incapaces todos de triunfar en el ámbito privado, siendo su única forma de supervivencia, instalarse detrás de un cargo. Por eso, cual autómatas descerebrados, levantan la mano impune, pidiéndole al campo por ejemplo, a los jubilados y a gran parte de la ciudadanía, que hagan un esfuerzo solidario, algo que ellos no pueden hacer, ya que al estar al amparo de la indigna clase política que los cobija, al no tener moral, no tienen porque someterse a tal exigencia. Si no podes dejarles dignidad, al menos dejales un boleto de ida, pero –perdón a la expresión, a la mismísima mierda, ahí se merecen estar.

 

Como quiero ser ecuánime, también quisiera un pedido particular, porque no tengo una cuestión de piel con algún partido: nuestro intendente, que gana una fortuna y en el escudo de una ley provincial que ninguno está dispuesto a cambiar (aunque sea de cambiemos), querría pedirte que le dejes un proyecto de ley donde dejen de ser los mismos políticos, los que decidan cuánto deben ganar, que dieta tener, que tipo de transporte utilizar (sabían que hay trenes baratos con camarotes?), que monto de gastos realizar. Si ya se que no tenes tiempo Santa, pero vos sabes cuanta gente se pondría contenta si esta manga de turros dejaran de decidir que hacer con nuestra plata? No quería olvidarme y ya se qué es un abuso: en el proyecto particular que designes para Bahía Blanca, subraya que sería importante que el Director del Hospital Municipal (uno de los más importantes del sur provincial) debería ganar más que el delegado municipal de Cerri. Se entiende? Uno atiende el regador que pasa por las calles de tierra y el otro es el que compra los caños de riego para las arterias más importantes de las personas. Que se yo, digo, cómo para ser un poco menos impresentables de lo que ya somos.

 

Por último Santa y abusando de toda tu generosidad quisiera pedirte una última cosa: coraje, decisión y compromiso para el regalito navideño de todos los productores agropecuarios. Hasta ahora, estos chupasangres (y los anteriores también) han hecho lo que quisieron con todos nosotros y nunca fuimos capaces de tener ninguna de las tres cosas, salvo para producir. Ojalá con tu espíritu, nos des la sabiduría necesaria para comenzar una etapa que nos encuentre de aquí en adelante, decididos a utilizar todo el poder que nos da, ser los principales actores económicos de un país fundido una y mil veces por todos estos políticos, que amparados en la mentira de un sistema democrático inexistente, nos han hecho creer que los necesitamos.

 

Ya lo se, Papá Noel no existe, pero quien suscribe, es un hombre de porfiada fe. Los milagros, tal vez no existan, pero si están las personas capaces de poder llevarlos a cabo. A cada uno de ustedes les pido, comencemos por nuestro propio arbolito, allí es donde puede comenzar a nacer lo que todos estamos necesitando.

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