Final del juego

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

"Al que vive del ayer jamás le llega un mañana, se envuelve solo y se afana por conservar la distancia, la grasa se pone rancia a fuerza de estar colgada. Pero también está el que de apuro del presente se ha olvidado, vive siempre fatigado por alcanzar el mañana, hoy se queda con las ganas y mañana con pasado. De las dos formas de vida ninguna es buena a mi ver, que el que guarda va a tener es cosa ya muy sabida pero en las horas perdidas jamás se encuentran un después".

 

Filosofía gaucha, filosofía del Pampa, es siempre útil sobre todo a la hora de encontrarle un balance a las cosas. Titulé, el juego ha terminado, porque “Game over” para una columna de campo, iba a ser tildada de extranjera.

 

Lo único cierto que en una semana más, se habrán terminado las palabras y habrá realidades por las cuales tendremos que hacernos cargo. Y estas palabras de “herencia pa´un hijo gaucho” elegidas, simplifica esta grieta que pese a quien le pese, debemos defender en la Argentina. Es simple, no me gusta el pasado, porque de el tenemos que aprender, pero siempre debemos superarlo, debemos imperiosamente dejarlo atrás. Ese pasado ha construido la verdadera y única grieta válida que para mi existe: la de los delincuentes, los corruptos, los de la Argentina sindical, gremialista, la de camperas de cuero, la de un sueño cubano arruinado, que deberían imperiosamente cambiarse por trajes a rayas.

 

Es cierto, de este lado de la grieta, es diferente lo ocurrido, aunque los resultados, tristemente, sean parecidos si vemos lo económico y algunas tristes ocurrencias de los últimos tiempos. Uno robo, hasta el cansancio. El otro la reventó, hasta el hueso. Uno es chorro, el otro timbero. Seguramente a muchos no les gusta lo que digo, es lo que pienso, habrá que aguantárselo. Y lo que digo es que como todo, tiene diferencias: el ladrón, el corrupto, lo tiene en la esencia, es su naturaleza robar. El otro, el timbero, a lo sumo es patológico, es curable, es un enfermo, es alguien claramente equivocado, pero recuperable.

 

Acá se acabó si es inútil o si es capaz, se trata de intenciones y al menos siempre me gusto ir por derecha, por feo que suene para muchos, porque nada tengo contra los del otro lado, pero tengo claro que al que roba lo quiero adentro, no lo quiero dirigiéndome el país.

 

Por eso la encrucijada es difícil, no me vengan con el futuro, “donde votaré un candidato para comenzar a construir algo hacia adelante”, en este país, bajo este sistema disfrazado de democracia, las minorías no sólo no existen, siempre se terminan vendiendo. Podemos soñar, es cierto, lo que no podemos hacer, es mentirnos. Y acá, la única mentira es la política, la que inventó un sistema para que nosotros laburemos y paguemos y ellos vivan y la repartan. Así de simple.

 

Game over, final del juego. No hay tiempo para más, el futuro es mañana pero lo que se juega, es más que eso: se juega la libertad vs la tiranía. Lo económico es lo que siempre salta a la vista y vaya si lo visto, ha sido realmente malo. Pero lo que no podemos dejar de decidir, es de qué lado de la grieta queremos estar. Y justamente hoy, en el día de la madre y en honor a mi vieja, la mía que entre tantas enseñanzas, me dejó la más grande: más vale pobre, pero honrado. Para corruptos, hay una sola lista que junto a todos, para el resto, seguiremos intentando el cambio.

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