Sin filtros, bichos a la vista

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

La temporada de bichos, está a pleno. Los videos y las fotos, salen como pan caliente y un sinfín de fenómenos muy naturales, son tildados casi como paranormales, en esa inusitada necesidad de que Mulder y Scully –los intérpretes de Expedientes X- estén presentes en cualquier bicho que aparece muerto en el medio de algún potrero.

 

Claro, el principal problema es cuando entre la ignorancia, los clásicos temores de algún que otro paisano, el sensacionalismo y con todo respeto, la falta absoluta de conocimiento de aquellos que todo lo ven desde la óptica citadina y que sumados a una imaginación propia de Ridley Scott (el director de Alien) quieren llenar de fenómenos paranormales simple situaciones cotidianas.

 

Hace pocos días, casualmente con las primeras heladas, reapareció el “Chupacabras” es clásica imagen que muestra que toda vaca que muere en la tarde, se congela durante la noche y aparece con la quijada comida, sin ojos y cortes perfectos en su cuero, son obra de seres de otro planeta, que traen a sus niños a practicar cirugía menor a las pampas argentinas. Cómo si esto no fuera poco, seguramente cuando avancen los fríos y las heladas sean más grandes, algún que otro tanque australiano, quedará vacío por los efectos del bombeo que para sus radiadores de agua, necesitan los platillos voladores que evaporan rápidamente el elemento líquido por sus altas velocidades.

 

Un poco en broma y otro poco en serio, indudablemente las poblaciones animales han aparecido por toda la superficie rural, con avistamientos casi diarios de pumas, de gatos monteses, especies que siempre estuvieron, pero muy difícil encontrarse con la asiduidad que hoy estamos teniendo. La invasión de chanchos jabalíes, una especie que no pertenece a nuestro hábitat es sin dudas la más numerosa, convirtiéndose en muchas regiones directamente en una plaga, una categorización que quienes ven todas las poblaciones desde la visión de simples individuos, jamás podrán llegar a comprender hasta donde la ausencia de un equilibrio, es tan mala como su falta de control.

 

Se sumaron ahora si otras imágenes curiosas, desde un peludo comiéndose un ternero, un chimango esperando los restos de placenta de un parto y los carpinchos, que vienen bajando como agua del arroyo, en una expansión que en muchos lugares preocupa. Hoy en nuestra zona es mucho más fácil cruzar un zorro que una liebre, la primera una especie que ha aumentado su capacidad de reproducción y la segunda, también ahora sin demasiadas limitaciones, con la caza cada vez más dificultosa debido a las desprolijidades que esta conlleva y los muchos problemas que generan aquellos que no tienen un sentido profesional de lo que están haciendo.

 

Estanislao Quiroga, un asesor Crea del grupo "Ganaderos" dejó estas reflexiones de carácter ecológico. “¿Qué estamos viendo? Para comenzar poner en claro o de acuerdo cuál es el fenómeno que creemos estar reconociendo. Este fenómeno de mayor demanda o presión de predadores y carroñeros es lógico que sea más visible en épocas de frío que épocas de calor. Claramente el frío no es la causa, pero si es un momento del año en que hay menos “oferta” y más “demanda”.  Hay menos oferta, ya que hay menos animalitos que comer (muchos se guardan o tienen menos actividad hasta la primavera). Y hay más demanda (porque lógicamente hay más consumo de animales predadores por mayor requerimiento calórico). Ahora bien, ¿cuál es el balance que existía antes y ahora no? ¿falta una eslabón de la cadena trófica? ¿sobran predadores? ¿qué está pasando realmente?”, finaliza preguntándose el productor.

 

Tal vez no sea la respuesta a todo, pero la falta de gente en los campos, al menos para mi, es claramente una de ellas.

Escribir comentario

Comentarios: 0