Hablemos en serio

Por Carlos Bodanza -  Mañanas de Campo

Tras la exitosa primer “zaga” de “el otro acuerdo” elaborado por Mañanas de Campo, varios salieron a imitarnos y quisieron ser innovadores: no se animaron a hablar de otros acuerdos, sino que ahora todos salen a dar sus 10 puntos de lineamientos políticos para una Gobierno de unidad nacional.

 

Lo primero que queda claro es que el sector político (lease oficial y opositor) deja muy en claro que si hay algo que jamás hicieron –no solo estos cuatro años, sino toda la vida en este país- es lograr unidad. Nuestro sistema democrático puede resumirse en las acciones necesarias del sector opositor para que quien gobierne se vaya dentro de cuatro años sin importar consecuencia alguna y quienes gobiernan, durante cuatro años lo harán buscando la manera de que sean los próximos en ser votados y que los que se fueron no vuelvan nunca más. Es claro no? Resultados a la vista.

 

Sea Lavagna, Massa o el gobierno, ese es el primer punto del acuerdo: unidad para no destruir todo y a lo sumo que quien continúe, tenga una mínima migaja como para sobrevivir otros cuatro años. Por eso, el segundo punto del acuerdo (según cual lean, son realmente todos iguales) habla de instituciones fuertes. Claro, para eso lo primero que habría que hacer, es limpiar las instituciones, que han quedado minadas, llenas de funcionarios puestos a dedo, con cargos superpuestos, con Ministerios vacíos de contenido, con carteras que en el afán de ser independientes, son casi golpistas dentro del propio gobierno con una autonomía tan insólita, que por si solas son capaces de lograr la inflación, la devaluación y hasta la suba del dólar.

 

La verdad que muchos puntos están hechos para la tribuna, se habla de honestidad, de educación, de trabajo, de seguridad, de honrar las deudas, de equidad laboral. Como es entonces? Eso no estaba incluido hasta ahora en la forma de hacer política? Los Diputados de cualquier partido no trabajan para eso? En un país donde el acuerdo es “seremos honestos y honraremos nuestras deudas” sin lugar a dudas algo huele mal. Discúlpenme, pero solo faltaría la frase célebre, “dejaremos de robar todos de aquí a fin de año y saldremos adelante”.

 

A esta altura se habrán dado cuenta que si los leyeron, voy mechando los acuerdos, pero este del gobierno realmente parece salido de un stand up: “Reducción de la carga impositiva, a nivel nacional, provincial y municipal y enfocado en los impuestos más distorsivos”. Ustedes me están jodiendo? Esto lo presentó el gobierno? Vuelvo a repetir, que me perdí? Dónde estoy viviendo? En qué momento va a ocurrir? Indudablemente los políticos están tan acostumbrados a que hacer política es decir lo que el otro quiere escuchar y jamás estar dispuestos a hacerlos, que terminan justamente desoyendo sus propios puntos anteriores del acuerdo: reléanse y repitan: “honestidad”.

 

Para que nadie crea que soy opositor, voy a terminar esta columna editorial con el último punto del acuerdo que no pertenece al gobierno: “derechos humanos, soberanía nacional y cooperación para la paz”. Quiero terminar sin un exabrupto, no es por mala onda ni por sentirme mejor que nadie. Con todo respeto, este último punto puede haber tenido o la colaboración de Karina Olga Jelinek o la profundidad de Belén Francese. Indudablemente el alquiler del país, la paz del mundo y que algún loco hasta ahora no haya ido con una bomba al congreso (para poner los derechos humanos en algún lado) , es solo fruto de un milagro. Indudablemente, todos ustedes señores políticos, son gente con suerte.

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