Nuestros agujeros negros

Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo

De pronto todo se revolucionó. Las imágenes aparecieron en medios gráficos y televisivos; mientras que la radio, con esa magia que le es propia, trataba de hacer imaginar en la mente de los oyentes la imagen del famoso Agujero Negro. 

 

Haber fotografiado la imagen de un Agujero Negro no fue una acción individual sino el resultado de una colaboración internacional que combinó señales de ocho observatorios situados en diferentes partes del mundo, que se dedicaron a observar este fenómeno situado a 53,3 millones de años luz de la Tierra.

 

Infografías, explicaciones de astrónomos, nos indican que un Agujero Negro es un objeto celeste tan denso que ninguna materia o energía puede escapar de su fuerza gravitacional. La atracción de estos “monstruos” cósmicos es tal que no se le escapa nada: ni la materia, ni la luz, sea cual sea su longitud de onda.

 

Mientras esto sucede en el universo exterior, en muchos lugares de nuestro planeta también sufrimos los efectos de otros Agujeros Negros que no necesitan de radiotelescopios para ser detectados: la indiferencia, el odio, las grietas ideológicas, la avaricia, la envidia, los asesinatos, la corrupción, las guerras, la delincuencia, el terrorismo, las drogas, el consumismo, y la lista de males que nos aquejan es enorme.

 

Estos Agujeros Negros no están a años luz sino incorporados, a veces, en nosotros mismos o en quienes nos rodean, y cuando nos envuelven debilitan el corazón y la razón, nos contaminan, nos dejan estancados y sufriendo.

 

Por el momento, el mundo científico ha logrado hacerse de una imagen del Agujero Negro que se halla más allá de lo imaginable, en un punto concreto del gran universo en el que estamos inmersos navegando como planeta. Ha llegado hasta ahí y tiene una ardua labor para desentrañar lo desconocido.

 

Sin embargo, a nuestros Agujeros Negros terrenales los conocemos y debemos hacer algo para morigerarlos si deseamos dejar un mundo mejor a nuestros descendientes. Por el momento me quedo con la frase de que “lo opuesto de la guerra no es la paz, es la creación”. Entonces, creemos algo y rápido, por favor!!!”

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