Cruje la grieta

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

"Me balearon el perro, me tiraron bidones vacíos de glifosato en la puerta de casa, me tiraron chauchas de soja en el auto. Es una cadena de mafia y complicidades. Pero lamentablemente no me voy a detener", advierte una mujer en Pergamino en un relato propio de Erin Brockovich, la película encabezada por Julia Roberts en la cual investiga intoxicaciones por una empresa que contamina el agua en un poblado de California.

 

Lo que está sucediendo por estos días en materia de denuncias respecto al uso de productos Agroquímicos o Agrotóxicos –como les encanta llamar a gran parte de los medios los verdaderamente denominados fitosanitarios- va tomando un tinte cuyo color en el semáforo de advertencias, ha pasado claramente del amarillo al anaranjado intenso. Hay toda una parafernalia ideológica que no se detiene y de la mano de unos cuantos irresponsables del sector –que los hay, los hay- la carrera se ha puesto realmente vertiginosa y estos verdaderos relatos salvajes, son fundamentados además por diagnósticos inciertos y toda una cadena de irresponsabilidades que utilizando políticamente la “grieta”, alza las voces poniendo en peligro el sistema productivo en la Argentina.

 

En paralelo, lento pero seguro avanza un sistema de ventas bajo recetas, de aplicaciones restringidas y con un puñado de muchos productos, que difícilmente podrán usarse en adelante, si es que toda aplicación, sale de un sistema que solo tendrá la posibilidad de aprobarse, para aquellas drogas que están avaladas para cada producto en cuestión, dejando afuera un sinfín de tratamientos tanto herbicidas y funguicidas, que deberían dejar de aplicarse.

 

Lo cierto es que hoy en Pergamino-zona núcleo si las hay – se prohibió definitivamente la aplicación de productos en toda la zona circundante a la ciudad y se acusa al municipio por los altos contenidos de agroquímicos que presentan los análisis de agua realizados. Mientras tanto, la diferencia de los resultados de los análisis, llevó a las muestras a la propia corte, quien ya envió nuevas partidas para dirimir resultados.

 

Los medios, jugando un rol fundamental, se encargan claramente de echar leña al fuego, “la negación del intendente y las amenazas, se pueden explicar en los intereses que se juegan en todo Pergamino: se estima que en todo el partido se radican al menos 800 empresas vinculadas al agronegocio por ser esta una de las zonas más fértiles y aptas para el monocultivo de soja transgénica”, apunta el menos serio de los medios, denominado infocielo, dejando claramente al desnudo la grieta ideológica al mencionar el “monocultivo” y la “soja transgénica”, dos disparos cargados de mala fe, ideal para que ahora resulte, que hasta un sarpullido por picadura de mosquito en esa zona, sea declarada reacción al glifosato.

 

Mientras tanto, como para completar el cuadro, la presión no cesa y el propio gobierno mete presión al campo, “la cantidad de dólares que haga ingresar al país el complejo agroexportador y el ritmo en que sean ofrecidos en el mercado marcará, en parte, las chances de un invierno de tranquilidad cambiaria que evite un salto del dólar que presione aún más a la inflación, mientras el Poder Ejecutivo se encuentre en plena campaña para las elecciones primarias de agosto” asegura TN Noticias.

 

La grieta cruje y solo se amplía, de la mano de los problemas propios del sector y los que va juntando en el camino.

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