Visión de ricos para una vida de pobres

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

Donde está el equilibrio? Es la pregunta que me hago muchas veces a la hora de tratar de analizar el mercado, la realidad en el campo o lo que ocurre con nuestra maltrecha economía.

 

La foto en el mercado ganadero no puede ser peor: hoy es más atractivo actualizar cualquier índice por un litro de gas oil, qué por un kilo de novillo, algo que desnuda tristemente en dónde quedo ubicado el mercado de precios ganaderos. Yo hablé de la foto, porque estará el que en el repaso me va a hablar de récord de exportaciones, de los mercados que se siguen abriendo, de los nichos que aparecen, etc, etc. Pero todo eso, queda reducido a la nada, cuando vemos que el primer eslabón de la cadena, si no se fundió, está muy próximo a hacerlo.

 

Sin créditos, sin financiación, sin cheques, en un país con más del 50% de inflación, con una devaluación del ciento por ciento, el precio de la hacienda en pie, en todo el año, se mantuvo y hasta retrocedió: de un dólar a 18$ en Marzo, con un ternero de 43$, terminamos con un dólar a 38$ en Diciembre, con un ternero a 48$. Por qué no se fundió el ganadero? Solo los milagros dan las respuestas, de otra manera imposible explicarlo.

 

Esto es el reclamo de siempre: no hay forma que un sector avance, si el resto de la cadena, no cuida la fábrica y la fábrica –que es la vaca – hoy está en su fase de liquidación. Las consecuencias? Todos las sabemos, tarde o temprano, menos terneros, menos carne, más precios. Responsables? La falta absoluta de una política de carnes en la República Argentina. Como en todos los mercados, como en todos los procesos, para saber hacia adónde vamos, hay que proyectar, hay que programar, hay que mostrar un camino.

 

La carne, es el mejor ejemplo de improvisación de las políticas comerciales en la Argentina. Alguien cree que en Alemania se fabrican Mercedes sin saber cuánto y quiénes se irán a vender? O que Colombia no tiene ninguna política para el café? O Brasil para el turismo? Bueno, en Argentina la principal marca propia, el producto que más nos identifica en el mundo, no tiene más allá del IPCVA, una proyección de qué necesitamos para generar nuestro producto.

 

Seguramente varios dirán que son miles de ganaderos, que es una cadena con muchos integrantes, que está desvirtuada, contaminada, en negro, informal, etc, etc, pero por un lado, luchamos para insertarnos en el primer mundo, peleamos para aumentar exportaciones, pero puertas adentro, todo se reduce a cuestiones políticas, de medidas populistas y atadas a una economía de parches.

 

Mientras no entendamos que un producto premiun debe pagarse como tal, la ganadería, seguirá eternamente atada a los vaivenes de una cadena, que siempre se defiende por eslabones. Este año, todo el beneficio de la exportación, no llegó en absoluto, al sector primario. Uruguay en cambio entendió el camino: carne barata para consumo interno, carne precio de exportación, para cortes de exportación. Le guste a quien le guste, en el mundo está todo inventado, pero por aquí, seguimos creyendo que somos únicos. 

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