Con el marco que todos los años pone la familia Garciarena a su remate anual,
el 18° Remate de la cabaña Santa Paula mostró diferentes matices a la hora de las ventas.
Una jornada primaveral fue el primer ingrediente para que mucha gente se acercara al tradicional evento, que de la mano del martillo Roberto Gabbarini, fue pasando por la pista los primeros pedigrees Angus y Hereford, poniendo a disposición de los criadores, productos bien presentados y con reconocida genética, donde la justicia en los valores y las manos, estuvo presente alcanzando buenos promedios y máximos.
A la hora de los puros controlados hubo mucha más cautela, con valores que no alcanzaron a los de la última primavera, con ejemplares que mostraron quizás la huella de un muy difícil verano y más aún, de un invierno climáticamente complicado. Así, los pampas tuvieron una actuación más activa y el plato fuerte llegó con los vientres: primero las preñadas con un buen estado de presentación y atractivos lotes. Indudablemente lo mejor de la tarde llegó con las paridas que a la vez venían preñadas y con crías que al pie, crías que sorprendían en tamaño y el estado de sus propias madres, siendo sin dudas este un gran esfuerzo de la cabaña, al poner semejante producto a la venta. De allí hasta el final, fue todo pujas, ventas y pedido de obligaciones.
En general buenas ventas para un año sin dudas complicado en todos los sentidos, pero seguramente por esta zona de Villa Iris, no fue ni será la última batalla ganada.
Estos fueron los valores obtenidos:
Fuente: Carlos Bodanza (Infosudoeste)
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